Identidad cultural y mercado


Identidad cultural y mercado

Mateo Morrison

Las transformaciones experimentadas en la década del 60 del siglo pasado provocaron el surgimiento de nuevas concepciones sobre política cultural, obligándonos a una revisión profunda.

Ahora tenemos que emprender nuevos caminos después de reconocer que los derechos culturales y la diversidad se han consolidado a través de legislaciones nacionales e internacionales. Podemos decir en el día de hoy que las ideas elitistas han perdido terreno y han dado paso a criterios más incluyentes.

El impulso extraordinario de las nuevas tecnologías nos ha llevado a revisar algunas claves de la gestión cultural para adecuarlas a la era del conocimiento, cambiando muchos paradigmas, enfrentándonos a un nuevo milenio que lleva ya catorce años. Nuestros planes y métodos están atravesados por las tensiones entre identidad cultural y mercado.

Los valores expresados por los sellos identitarios de nuestros pueblos cohabitan con una globalización que comenzó sobre todo impactando la economía.

Reconozco el liderazgo ejercido por algunos intelectuales sobre muchas de las ideas que divulgamos acerca de temas de política cultural, gestión, administración, animación o investigación cultural. Durante varias décadas se destaca el magisterio ejercido por Ezequiel Ander-Egg, sobre todo en su obra Metodología y práctica de la animación sociocultural.

Otro autor esencial es Néstor García Canclini, fundamentalmente en su libro: Culturas Hibridas. Edwin Harvey hizo principalmente sus aportes en todo lo relativo a legislación y derechos culturales.

El declive de las utopías marxistas, socialcristianas, trosquistas y de otra índole, era evidente mientras triunfaba el consenso de Washington y se establecía el triunfo del liberalismo económico en una conexión que encabezaban Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Para Fukuyama este era el fin de la historia. La confusión reinante en el seno del movimiento progresista y la necesidad de hacer ajustes a la vida cotidiana, obligó cada vez más a relacionar la economía con la cultura. Las tensiones entre el mercado y la identidad cultural eran visibles y el ensayo del brillante pensador español Manuel Castels: “Estado, Cultura y Sociedad, las nuevas tendencias históricas”, nos sirve como síntesis a lo que entenderíamos por cultura: “Al hablar de cultura aquí y ahora, nos referimos a aquellos procesos de comunicación simbólica en que el valor de uso expresivo para el sujeto de los procesos de comunicación predominan sobre el valor instrumental dictado ya sea por el mercado, o por las normas institucionales de la organización que estructura el proceso. En otras palabras, y en términos menos teóricos, son aquellos procesos de comunicación en los que la expresión del sujeto predomina (sin por ello excluir) sobre la lógica económica del mercado o de la lógica burocrática del Estado”.

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http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2014/8/23/334795/Identidad-cultural-y-mercado

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