Herodes Antipas


Herodes Antipas

Autor:Paulo Arieu

  • «He visto a Roma caer y a Egipto morir, y a Jesús de Nazaret expirar sin saber que en su nombre iba a nacer una secta de poder, traficantes de ilusión, mercaderes de almas rotas.» (José María Hernández Gil) [7]

Introducción

herodes

La historia ha sido testigo fehaciente de que los primeros tiempos del cristianismo fueron muy duros; la adversidad amenazaba su permanencia. Pese a estar sometidos a una persecución que ponía en riesgo sus vidas, aquellos hombres nunca claudicaron en la defensa de su fe. Basándose en esto, los cristianos argumentamos que ellos así lo hacían porque el mensaje de Jesús y su resurrección no eran mitos, sino realidades concretas.

La terrible represión es narrada por el autor de uno de los libros del nuevo testamento de la biblia.

  • “Mientras estaban hablando al pueblo, se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos, molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban en Jesús la resurrección de los muertos. Les echaron mano y les pusieron en la cárcel” (Hch. 4:1-3);
  • “Echaron mano de los apóstoles y los metieron en la cárcel pública” (Hch. 5:17-18);
  • “Se desató una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria” (Hch. 8:1);
  • “En aquel tiempo, el rey Herodes echó mano de algunos de la iglesia para maltratarlos” (Hch. 12:1);
  • “Los presentaron a los magistrados y dijeron: Estos hombres alborotan nuestra ciudad; son judíos y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no podemos aceptar ni practicar… Los magistrados les hicieron arrancar los vestidos y mandaron azotarles con varas… Los echaron a la cárcel y mandaron al carcelero que los guardase con todo cuidado. Éste, al recibir tal orden, los metió en el calabozo interior y sujetó sus pies en el cepo” (Hch. 16:20-24);
  • “Claudio había ordenado que todos los judíos fueran expulsados de Roma” (Hch. 18:2).

La expresión inicial de este artículo, fue escrita sin duda por un escéptico. Jesús María Hernández Gil, conocido artísticamente como Txus di Fellatio, El Príncipe de la Dulce Pena o, simplemente, Txus (Bilbao, 21 de enero de 1970), es un músico español, letrista, poeta y baterísta del grupo de folk metal Mägo de Oz. Ademas actualmente es compositor y vocalista de la banda Bürdel King .[11]

Esta expresión por el escrita, encierra una media verdad, ya que  el cristianismo no solo ha dado a luz grandes bribones, sino también a grandes sabios de la humanidad y grandes héroes de la fe. El declarar que difícilmente alguien arriesgaría su vida por un mito tiene mucha lógica. Fue la fe en el evangelio de Jesucristo,  quien murió en la cruz por mandato del emperador romano Poncio Pialtos, el motor que impulsó a los muchos mártires que murieron en cárceles o en el coliseo romano, a hacer prevalecer al cristianismo, aún bajo la atroz represión en su contra.

Sin duda, ya no estamos en la epoca de los grandes purtianos, aunque todavia quedan.  Estamos en la epoca de la apostasía, y esperamos en Dios que vuelvan a resurgir hombres y mujeres de moral estricta que logren desafiar el status quo de la época,denunciando los atropellos y los atroces hechos que se hacen también en nuestros dias, en el mas grande nombre que ha existido y existirá, el nombre de Jesús, el ser mas dulce y tierno que ha existido jamás. Conocido relativamente por pocos, odiado por muchos, seguidos por miles de millones, que solo apenas saben de el como se llama y quizás cuando posiblemente nació y quizas cuando murió. No hay tiempo para mas nada en nuestros dias, solo entretenernos y trabajar duro para seguir entreteniendonos.  Ya Jesús se lo preguntó en forma retorica a sus discípulos cuando dijo «Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?»,Luc. 18:8 RV 1960).

No obstante, pocas veces se considera el contexto político de la sociedad contemporánea de Jesús, ansiosa de libertad y de profecías esperanzadoras. Por esto, creo que es interesante darle una miradita a lo que la Biblia y la historia nos narran acerca de Herodes Antipas, un personaje 100 por ciento histórico.Sin duda, el médico compañero de viajes de san Pablo, san Lucas, ni se autoengañó ni nos mintió cuando él investigó acerca de Jesús (Luc.1:1-4).

Su Historia

En los santos evangelios, el Herodes que mas sobresale  es Herodes Antipas, tetrarca de Galiela y Perea. El señor Jesús se refirió a él en una ocación como «aquella zorra» (no zorro, sino precisamente la hembra), frase con que de un solo razgo describió la destreza, la habilidad y el caracter rencoroso de Herdoes Antipas.  Herodes Antipas desempeñó bastante bien el gobierno de Galilea y de Perea. Aunque derrochaba en los gastos, su habilidad lo capacitó para mantener la paz en Galilea y para evitar los reproches de Augusto, quien conocía sus tendencias traidoras. Jesús describió correctamente su carácter llamándolo «aquella zorra».

  • «Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.»(Luc.13:32 RV 1960)

A la luz de la escatología, podemos ver a Poncio Pilato como un personaje histórico, como un anticristo y también, según Pérez-Rioja, en alguien que

«se ha convertido en un símbolo tradicional de la vileza y de la sumisión a los bajos intereses de la política».[0]

Los autores bíblicos no dejan lugar a dudas acerca de esto. El Evangelio de San Lucas nos dice que el nacimiento de Jesús tuvo lugar en tiempo de Augusto César, y “siendo Cirenio gobernador de Siria” (Luc. 2:2). Poco antes, el mismo evangelista coloca su narración dentro del marco de la historia de Palestina, al decirnos que estos hechos sucedieron “en los días de Herodes, rey de Judea” (Luc. 1:5).

El Evangelio de San Mateo se abre con una genealogía que enmarca a Jesús dentro de la historia y las esperanzas del pueblo de Israel, y casi seguidamente nos dice también que Jesús nació “en días del rey Herodes” (Mat.2:1). Marcos nos da menos detalles, pero no deja de señalar que su libro trata de lo que “aconteció en aquellos días” (Mar. 1:9).

El Evangelio de San Juan quiere asegurarse de que no pensemos que todas estas narraciones tienen un interés meramente transitorio, y por ello comienza afirmando que el Verbo que fue hecho carne en medio de la historia humana (Juan 1:14) es el mismo que “era en el principio con Dios” (Juan 1:2). Pero después todo el resto de este evangelio se nos presenta a modo de narración de la vida de Jesús. Por último, un interés semejante puede verse en la Primera Epístola de San Juan, cuyas primeras líneas declaran que “lo que era desde el principio” es también “lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos”(l Jn. 1:1).

Sabemos con seguridad, de que existen varias referencias de la existencia de Poncio Pilato que pueden considerarse. Por ejemplo, Justino Mártir, quien escribió a mediados del siglo segundo, dijo lo siguiente respecto a la muerte de Jesús:

“Por las Actas de Poncio Pilato puedes determinar que estas cosas sucedieron”. [3]

Además, según Justino Mártir estos mismos registros mencionaban los milagros de Jesús, de los cuales dice:

“De las Actas de Poncio Pilato puedes aprender que Él hizo esas cosas”. [4]

Es verdad que estas “Actas” o registros oficiales ya no existen, pero es patente que existían en el siglo segundo, y Justino instó con confianza a sus lectores a comprobar con ellas la veracidad de lo que decía.El testimonio que el historiador romano Tácito, nacido alrededor del año 55 d.C., que no era amigo del cristianismo, escribió poco después del año 100, mencionando la persecución de los cristianos por Nerón, cuando añade:

“Cristo, el fundador del nombre, había sufrido la pena de muerte en el reinado de Tiberio, sentenciado por el procurador Poncio Pilato, y la perniciosa superstición (cristianismo) se detuvo momentáneamente, pero surgió de nuevo, no solamente en Judea, donde comenzó aquella peste, sino en la capital misma (Roma)”.[7]

Filón de Alejandría.(Wikipedia)

Filón, escritor judío de Alejandría (Egipto) que vivió en el siglo I, narra un acto similar de Pilato que provocó una protesta. En esa ocasión tuvo que ver con unos escudos de oro que llevaban los nombres de Pilato y Tiberio, y que Pilato había colocado en su residencia de Jerusalén. Los judíos apelaron al emperador de Roma, y Pilato recibió la orden de llevar los escudos a Cesarea. (Sobre la embajada ante Cayo, XXXVIII, 299-305). Filón se refiere a Poncio Pilato como un hombre

«de carácter inflexible y duro, sin ninguna consideración». [8]

Más aún, según este escritor de Alejandría, el gobierno de Poncio se caracterizaba por su «corruptibilidad, robos, violencias, ofensas, brutalidades, condenas continuas sin proceso previo, y una crueldad sin limites».

Cuando Tiberio ascendió al trono imperial en el año 14 d. C., Antipas fue favorecido; y en homenaje al emperador edificó una ciudad en la orilla occidental del mar de Galilea y la llamó Tiberíades, y también le dio ese nombre a todo el lago. Durante su reinado de 43 años, construyó una nueva capital sobre las orillas del mar de Galiela,y la llamo Tiberias. Debido a que la ciudad fue trazada sobre el sitio de un antiguo camposanto,los juidos,estrictos,no querian habitarla,y tuvieron que colonizarla a la fuerza.El gobierno de la ciudad fue remodelado conforme al sistema griego. En cuanto a religion,Herodes Antipas era judio.se puso al lado del populacho judio para protestar contra el escudo sagrado que Pilato habia mandado a poner en Jerusalén, y asistía a la fiesta de la Pascua que se celebraba en esa ciudad («Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.», Luc. 23:7 RV 1960) .
Antipas llevó a cabo otro gran programa de edificación por todo el territorio de su tetrarquía. Todos sus esfuerzos se inclinaron a la helenización, y su fingido judaísmo no era más que una farsa. La historia dice que fue enviado como gobernador a Palestina por Tiberio en el año 26 de nuestra era. Sucedió en el cargo a Valerio Grato y era el quinto gobernador de Roma en esta zona, que lo puso al frente de una circunscripción de segunda categoría a la que pertenecían tres pequeñas provincias: Judea, Samaria e Idumea. Esta última tenía fronteras poco definidas, por lo que necesitaba vigilancia especial. Era una región difícil y problemática. En ella había frecuentes revueltas. No era procurador, como muchas veces hemos oído, sino un simple prefecto, como lo demuestra la lápida encontrada en Cesárea Marítima el año 1961.

Su residencia oficial estaba en Cesárea, ciudad construida por Herodes el Grande, a la que puso tal nombre para congraciarse con el emperador César Augusto. El ambiente de la ciudad era helenizado, por lo que podía llevar una vida regalada, sin oler constantemente a carne asada de los sacrificios, como ocurría de residir en Jerusalén. Pero durante las grandes festividades judías en las que se congregaba gran número de peregrinos, se trasladaba a Jerusalén con el fin de evitar revueltas, ya que las aglomeraciones eran caldo de cultivo para ellas. La guarnición militar de Jerusalén no superaba los 4.500 soldados. No eran legionarios romanos, sino tropas auxiliares, reclutadas entre sirios, griegos y samaritanos. Se dividían en «cohortes» y «alas». En casos excepcionales el prefecto podía recurrir al legado de Siria, su superior inmediato, para pedir refuerzos.

El cometido del prefecto era advertir a las autoridades religiosas locales que no se entrometieran en asuntos de la administración civil: el de recaudar los impuestos y el de evitar y reprimir levantamientos secesionistas.

El cargo de prefecto se renovaba cada tres años. Pilato estuvo diez, lo que dice mucho en su favor a pesar de las criticas severas que le han hecho y de la acusación de que no se preocupaba de los asuntos de la metrópolis. A este respecto no olvidemos que Tiberio tenía costumbre de retener a algunos funcionarios más de tres años, porque decía que, al pretender enriquecerse en tan poco tiempo, podían cometer desmanes. Y ponía por ejemplo el de un hombre solo y abandonado al que acudían las moscas a chuparle la sangre por estar lleno de llagas. Pasó por allí uno que se compadeció del pobre y quiso espantar a las moscas. El llagado se opuso y gritando dijo:

«Déjalas, ya me han chupado bastante y están hartas. Si las espantas vendrán otras hambrientas y me chuparán la poca sangre que me queda».[9]

Imagen: Flavio Josefo, presentada en el libro The Jewish War de 1888.(Wikipedia)

Wikipedia cita que a F. Josefo, diciendo que

Según el historiador judío Josefo, Pilato tuvo un mal comienzo en lo que respecta a las relaciones con sus súbditos judíos: de noche envió a Jerusalén soldados romanos que llevaban insignias militares con imágenes del emperador. y la situación se complicó porque las insignias fueron colocadas en la Torre Antonia, cuartel general de las cohortes romanas, es decir justo frente a uno de los ángulos del complejo del Templo, con el añadido de que los judíos creyeron que los auxiliares romanos quemaban incienso frente a las imágenes de Tiberio y Augusto. Este suceso provocó un gran resentimiento debido a que vulneraba uno de los Diez Mandamientos Mosaícos, y una delegación de principales entre los judíos (representantes del Sanedrín) viajó a Cesárea para protestar por la presencia de las insignias y exigir que las quitasen. Después de cinco días de discusión, Pilato intentó atemorizar a los que hicieron la petición, amenazándolos con que sus soldados los ejecutarían, pero la enconada negativa de aquellos a doblegarse (pues incluso se inclinaron en tierra y mostraron sus cuellos para ser degollados, aunque Pilato sólo había pretendido engañarlos para que cedieran) y dado el alto coste político (ya que Pilato llevaba apenas seis semanas en el puesto y habría tenido que ejecutar en esa sola ocasión hasta a seis mil judíos) le hizo acceder a su demanda.[5]

Herodes Antipas aparece en los evangelios como asesino de Jaun el bautista, y como uno de los jueces que juzgaron a nuestro Señor.
  • » Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal.Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió.Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia.Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato.  Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.» (Luc. 23:7-12)

Su esposa, Herodías, era hija de su medio hermano Aristóbulo y había sido originalmente la esposa de otro medio hermano, Herodes Felipe I, mencionado solamente una vez en los evangelios y que no debe confundirse con Felipe el tetrarca.

  • «Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;»(Mat. 14:3 RVR1960)
  • «Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer.» (Mar. 6:17 RVR1960)
  • «Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, (Luc. 3:19 RVR1960)

Cuando Antipas fue a Roma se alojó con Herodes Felipe, que vivía allí como ciudadano particular,y se enamoró de Herodias. Cuando Antipas estuvo de visita en Roma, renovó su trato con Herodías, que era tanto su sobrina como su cuñada. Herodías, hija de Aristóbulo -medio hermano de Antipas- se había casado con otro de sus medios hermanos (y tío de ella), un insignificante hijo de Herodes el Grande llamado Herodes Felipe. Antipas se enamoró completamente de ella, y Herodías de buen grado consintió en abandonar su domicilio en Roma a cambio de un palacio en Galilea.

Antipas se divorció inmediatamente de su esposa que era hija de Aretas, rey de Arabia. Esta corrió al lado de su padre tan pronto como conoció las intenciones de Antipas, y Aretas le declaró la guerra a Herodes. Pero Herodes llevó a cabo su casamiento con Herodías. Esta, acompañada de su hija Salomé, se reunió con el en Tiberias. Antipas se casó con una hija de Aretas (2 Cor. 11: 32), del linaje de los gobernantes nabateos que habían luchado contra los romanos en la guerra de 64-63 a. C. [1] [2]. Él entonces abandonó a la hija de Aretas y tomó a Herodías, despojando así a su medio hermano.

Posiblemente por este tiempo Herodes descendió a la fortaleza de Machaerus en Perea para observar mas de cerca el ministerio de Juan el Bautista. Aunque parece que Herodes respetaba la honestidad del profeta, el cual le habia reprendido valientemente por sus desvíos, Herodias se puso furiosa y acabó logrando la muerte del profeta. Antipas era demasiado debil o demasiado indiferente a la justicia para salvar la vida del hombre que le había dicho la verdad.
  • «En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 3 Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta. Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre. Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús. (Mat. 14:1-12 RVR1960)
  • «Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes.  Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. Al oír esto Herodes, dijo: Este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos.Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer.Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.  Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.  Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. Cuando oyeron esto sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro. (Mar. 6:14-29 RVR1960)
  • «Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.» (Luc. 3:19 -20 RVR1960)  

Este hecho vergonzoso fue condenado por Juan el Bautista, condenación que le causó primero su encarcelamiento,como se cita en Lucas, y después su muerte, cuando Antipas lo ordenó para satisfacer el pedido de Herodías y su hija Salomé durante un banquete lleno de voluptuosidad, celebrado quizá en la fortaleza de Machaeras (Mat. 14: 3-12; Josefo, Antigüedades xviii. 5. 2).

Antipas creía supersticiosamente que Jesús podría ser Juan el Bautista que había resucitado (Mat. 14:1-2) y parece que por lo menos una vez procuró matarlo (Luc. 13: 31). Sin embargo, cuando Jesús fue juzgado, se negó a dictar la sentencia que pedían los judíos, sentencia que también Pilato abrigaba la esperanza de evitar (Luc. 23: 4-25).
Pasaron casi diez años antes de que Aretas -ex suegro de Antipas- pudiera vengarse del divorcio de su hija. En el año 36 d. C. unas disputas fronterizas entre estos dos reyes causó una guerra, y Aretas infligió una seria derrota a las tropas de Antipas. Entonces éste ordenó al comandante romano Vitelio que vengara esa derrota; pero antes de que Vitelio pudiera hacerlo murió el emperador Tiberio, y frente a esa situación el general romano rehusó participar en dicha guerra.

El casamiento con Herodias le costó el reino a Antipas. Antipas se vio complicado en cambios dinásticos que apresuraron su caída. El nuevo emperador, Calígula, era íntimo amigo de Herodes Agripa I, hijo de Aristóbulo y hermano de Herodías. Cuando Calígula se convirtió en emperador de Roma, después de la muerte de Tiberio, en el año 37 d.C., uno de sus primeros actos fue constituir a Agripa I, Hermano de Herodias e hijo de Aristobulo, rey sobre el territorio que anteriormente habia formado la tetrarquia de Felipe. Calígula le dio a Agripa los territorios del noreste que habían sido gobernados por su tío Felipe y también le dio el título de rey. Los celos de Herodías se despertaron por esta distinción concedida a su hermano, e insistió que Antipas fuera a Roma y pidiera para él ese título.

Josefo informa que la posterior destitución de Pilato fue el resultado de las quejas que los samaritanos presentaron a Vitelio, por entonces gobernador de Siria y superior inmediato de Pilato. La queja tenía que ver con la matanza ordenada por Pilato de varios samaritanos a los que engañó un impostor, reuniéndolos en el monte Guerizim con la esperanza de descubrir los tesoros sagrados que supuestamente había escondido allí Moisés. El peor de los hechos sucedidos durante su mandato fue el del año 35 de nuestra era. Un iluminado samaritano convenció a muchos para que se alzasen contra los romanos ante la proximidad de los tiempos mesiánicos. El pueblo tomó las armas y se dirigió a Tarante, Monte Garizim. Pilato se anticipó y con sus tropas ocupó el camino que iba al monte sagrado de los samaritanos. Murieron muchos. Otros fueron hechos prisioneros y ejecutó a gran número de gente principal.

Vitelio mandó a Pilato a Roma para comparecer ante Tiberio, y puso a Marcelo en su lugar. Vitelio, lo relevó de su puesto y lo envió a Roma para dar explicaciones al emperador. Tiberio murió en el año 37 d.C, mientras Pilato todavía estaba en camino a Roma, (Antigüedades Judías, libro XVIII, capítulo IV, secciones 1 y 2) temeroso de ser juzgado y ejecutado por su antigua relación con Sejano ya que tras la caída de éste, todos los que se relacionaron con él fueron tratados como enemigos por el emperador Tiberio y en su mayoría ejecutados. Incluso, se ha llegado a relacionar su decisión de ceder ante la presión del Sanedrín judío en el juicio de Jesús (cuando los sacerdotes le recordaron que si soltaba a un supuesto subversivo como Jesús, que se proclamaba rey, entonces no era amigo de César, es decir, del emperador de ese momento, Tiberio), para salvar su carrera e incluso su vida y así evitar que Tiberio sospechara de su lealtad y lo mandara llamar a Roma para investigarlo y juzgarlo como asociado a Sejano. Además, y ya que Sejano había hostilizado en vida a la colonia judía de Roma, después de su muerte, Tiberio ordenó a Pilato cambiar hacia una política favorable a las costumbres judías. Pilato esta vez tuvo mala suerte. La operación de su ejército en las faldas del monte coincidió con el nombramiento de un nuevo legado para Siria, del que dependía Palestina. Era Lucio Vitelio. Este, siguiendo su costumbre, quiso informarse de todo lo que había sucedido en la región revisando los archivos. A su vez, los samaritanos, repuestos del susto, enviaron una comisión para quejarse de los sucedido con Pilato, aduciendo que no se habían sublevado contra Roma. Tras 54 días de viaje, desembarcó en Italia días después de la muerte de su protector Tiberio, acaecida el 17 de marzo del 37.

La buena suerte de Agripa habia incitado a Herodías a presionar a su esposo para que solicitara de Calígula el título real. Cuando llegó a Roma y se presentó ante Calígula, Fortunato el representante de Agripa,  lo acusó de promover la traición contra Roma. Inmediatamente Calígula depuso a Herodes Antipas y lo desterró a Lyon en Galia, donde murió. Agripa logró hacerce de la tetrarquía de su rival.  Antipas, en contra de lo que le dictaba la razón, viajó el año 39 d. C.; pero entre tanto Agripa informaba a Calígula que Antipas había transgredido los reglamentos imperiales al acumular una gran cantidad de armamentos. Cuando Antipas llegó a Roma, el emperador lo obligó a que reconociera la verdad de esa acusación, y fue inmediatamente desterrado junto con su esposa a Lyon, en las Galias. Calígula añadió entonces los territorios de Galilea y Perea a los dominios de Herodes Agripa l.

Segun lo muestran algunos historiadores, Pilato era un antisemita. Nada más llegar a esta región, como reconocimiento al emperador Tiberio e influido por el ambiente antijudío, mandó instalar en Jerusalén las insignias de su tropa con el estandarte del emperador, acompañado de las águilas imperiales. La presencia de representaciones humanas en la Ciudad Santa exaltó a los judíos. Fueron a protestar en masa a Cesárea, a la residencia de Pilato. Allí estuvieron vociferando durante cinco días. Al final, Pilato, cansado de tanto griterío, los amenazó con la tropa que ya tenía preparada. Ellos, lejos de temer, hicieron el gesto de desnudar sus cuellos, demostrando que estaban dispuestos a morir. Ante esta reacción inusitada, mandó quitar las imágenes y estandartes de Jerusalén. Poco tiempo después hizo lo mismo. Parece que recibió órdenes de Roma como se desprende de lo que vamos a decir. Unos años antes, concretamente en el año 19 de nuestra era, cuatro judíos representativos de la comunidad de Roma engañaron a una tal Fulvia, esposa de un alto dignatario llamado Saturnino, amigo de Tiberio. El emperador, instigado por su amigo, mandó expulsar a todos los judíos de Roma y alrededores.

El hecho de la expulsión tuvo graves consecuencias no sólo en Roma, sino también en muchas provincias del imperio. Se suscitó además, un clima antijudío con repercusiones en el mal trato que se les daba y sobre todo el que los prefectos enviados a Palestina llevaban órdenes concretas de reprimirlos. Se ha de tener en cuenta esta circunstancia para comprender la actitud de Pilato en Palestina y no acusarlo de que no atendía bien los intereses de Roma en la zona, y que, en vez de atraer a sus subordinados, sentía hacia ellos vivo desprecio que repercutía en su proceder con ellos, buscando ocasiones para humillarlos. Además, sabemos que Tiberio sentía gran antipatía por los judíos y el «todopoderoso Sejano», jefe de la guardia imperial, era el prototipo del antisemitismo.

Josefo aún menciona otro alboroto: Pilatos tomó dinero de las arcas del Templo. Este fue otro de los casos sucedidos durante su mandato fue con ocasión del acueducto que construyó para llevar agua desde las cercanías de Belén a Jerusalén. Pilato solicitó del Gran Sanedrín fondos del Tesoro del Templo para financiar la obra, bajo la advertencia de que si eran negados tendría que aumentar los impuestos. A expensas de la tesorería del templo de Jerusalén, Pilato construyó un acueducto para llevar agua a Jerusalén desde una distancia de casi 40 km. Necesitaba dinero para costear la obra y lo tomó de las arcas del Templo de Jerusalén. Herodes el Grande también lo había hecho y, aunque fue criticado, el hecho no tuvo mayor repercusión.

Pero en este caso el que lo hacía era pagano y además invasor. El hecho suscitó una rebelión. Para reprimirla, Pilato usó una táctica curiosa. Envió soldados a Jerusalén, vestidos de paisano, sin espadas, como cualquier otro judío, pero con un garrote camuflado entre la ropa. Llevaban órdenes de entremezclarse con la gente alborotada y dar garrotazos a todo el que gritara. Como consecuencia de los golpes murieron muchos judíos, otros perdieron la vida pisoteados por la multitud que huía despavorida por las estrechas calles de la ciudad. Los sacerdotes se negaron en principio alegando que era dinero sagrado, pero cedieron bajo la condición de que se ocultara el origen de los fondos y de que el principal flujo del líquido llegara a los depósitos del propio Templo, pero el acuerdo fue descubierto. Grandes multitudes vociferaron contra este acto cuando Pilato visitó la ciudad. Pilato envió soldados disfrazados para que se mezclasen entre la multitud y la atacasen al recibir una señal, lo que resultó en que muchos judíos muriesen o quedasen heridos.[6]

No sabemos más nada comprobable de él. Pero lo que sí sabemos es que todas las personas designadas por el emperador para un cargo, perdían sus funciones y pasaban al estado civil, si el emperador no les renovaba el nombramiento. Por eso, todo lo que después de su destitución se ha dicho de Pilato pertenece al género de la leyenda. Los franceses, por ejemplo, lo hicieron morir en Viena del Delfinado, como hicieron venir a Francia a otros personajes evangélicos, como a Marta, María y Lázaro. Son leyendas que aparecieron en los siglos X y XI.

Fragmentos biográficos

Copia de una inscripción, cuyo original en piedra se atesora en el Museo de Israel. Se trata de una evidencia epigráfica de relevancia hallada en 1961, entre los restos del teatro de Caesarea maritima. En ella consta el registro del nombre incompleto de Poncio Pilato, junto al término Tiberieum, todo lo cual acredita el papel histórico de Poncio Pilato en esa región.

Moneda de bronce acuñada entre 26 y 36 d.C. en Jerusalén, cuando Poncio Pilato era praefectus. Se conserva en el Museo Británico.(Wikipedia)

Los detalles de la biografía de Poncio Pilato antes y después de su nombramiento como prefecto de Judea y tras su participación en el proceso contra Jesús de Nazaret son desconocidos. Aunque varias fuentes textuales posteriores lo mencionan como procurator (procurador) o como praeses (gobernador), su denominación oficial fue la de praefectus que, según había ya sospechado O. Hirschfeld en 1905, era la que correspondía a tal cargo hasta la época de Claudio. Este dato quedó documentado sin duda tras el hallazgo en 1961, entre los restos del teatro de Cesarea (importante puerto antiguo, entre Tel-Aviv y Haifa), de una inscripción fragmentaria oficial, en la que Pilato dedicaba (o rehacía) un Tiberieum o templo de culto al emperador Tiberio. Su texto se suele restituir de la siguiente forma:

[- c. 3 -]s Tiberieum /

[ -c.3- Po]ntius Pilatus /

[praef]ectus Iudae[a]e /

[ref]e[cit].

La inscripción de Poncio Pilato se puede ver comentada en español, con imágenes del original, en un reciente artículo que reúne fuentes textuales romanas y judías no cristianas sobre Jesús de Nazaret.

Conclución

Esta importancia de la historia para comprender el sentido de nuestra fe no se limita a la vida de Jesús, sino que abarca todo el mensaje bíblico. En el Antiguo Testamento, buena parte del texto sagrado es de carácter histórico. No sólo los libros que generalmente llamamos “históricos”, sino también los libros de la Ley  —por ejemplo, Génesis y Exodo, y de los profetas nos narran una historia en la que Dios se ha revelado a su pueblo. Aparte de esa historia, es imposible conocer esa revelación.

También en el Nuevo Testamento encontramos el mismo interés en la historia. Lucas, después de completar su evangelio, siguió narrando la historia de la iglesia cristiana en el libro de Hechos. Esto no lo hizo Lucas por simple curiosidad anticuaria. Lo hizo más bien por fuertes razones teológicas. En efecto, según el Nuevo Testamento la presencia de Dios entre nosotros no terminó con la ascención de Jesús. Al contrario, el propio Jesús les prometió a sus discípulos que no les dejaría solos, sino que les enviaría otro Consolador (Jn. 14:16–26).

Y al principio de Hechos, inmediatamente antes de la ascención, Jesús les dice que recibirán el poder del Espíritu Santo, y que en virtud de ello le serán testigos “hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8). La venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés marca el comienzo de la vida de la iglesia. Por lo tanto, lo que Lucas está narrando en el libro que generalmente llamamos “Hechos de los Apóstoles” no es tanto los hechos de los apóstoles como los hechos del Espíritu Santo a través de los apóstoles. Lucas escribe entonces dos libros, el primero sobre los hechos de Jesucristo, y el segundo sobre los hechos del Espíritu. El segundo libro, empero, casi parece haber quedado inconcluso. Al final de Hechos, Pablo está todavía predicando en Roma, y el libro no nos dice qué fue de él ni del resto de la iglesia. Esto tenía que ser así, porque la historia que Lucas está narrando necesariamente no ha de tener fin hasta que el Señor venga.

Naturalmente, esto no quiere decir que toda la historia de la iglesia tenga el mismo valor o la misma autoridad que el libro de Hechos. Al contrario, la iglesia siempre ha creído que el Nuevo Testamento y la edad apostólica tienen una autoridad única. Pero lo que antecede sí quiere decir que, desde el punto de vista de la fe, la historia de la iglesia o del cristianismo es mucho más que la historia de una institución o de un movimiento cualquiera. La historia del cristianismo es la historia de los hechos del Espíritu entre los hombres y las mujeres que nos han precedido en la fe.

A veces en el curso de esta historia habrá momentos en los que nos será difícil ver la acción del Espíritu Santo. Habrá quienes utilizarán la fe de la iglesia para enriquecerse o para engrandecer su poderío personal. Otros habrá que se olvidarán del mandamiento de amor y perseguirán a sus enemigos con una saña indigna del nombre de Cristo. En algunos períodos nos parecerá que toda la iglesia ha abandonado por completo la fe bíblica, y tendremos que preguntarnos hasta qué punto tal iglesia puede verdaderamente llamarse cristiana. En tales momentos, quizá nos convenga recordar dos puntos importantes.

El primero de estos puntos es que la historia que estamos narrando es la historia de los hechos del Espíritu Santo, sí; pero es la historia de esos hechos entre gentes pecadoras como nosotros. Esto puede verse ya en el Nuevo Testamento, donde Pedro, Pablo y los demás apóstoles se nos presentan a la vez como personas de fe y como miserables pecadores.

Y, si ese ejemplo no nos basta, no tenemos más que mirar a los “santos” de Corinto a quienes Pablo dirige su primera epístola. El segundo punto que debemos recordar es que ha sido precisamente a través de esos pecadores y de esa iglesia al parecer totalmente descarriada que el evangelio ha llegado hasta nosotros. Aun en medio de los siglos más oscuros de la vida de la iglesia, nunca faltaron cristianos que amaron, estudiaron, conservaron y copiaron las Escrituras, y que de ese modo las hicieron llegar hasta nuestros días. Además, según iremos viendo en el curso de esta historia, nuestro propio modo de interpretar las Escrituras no deja de manifestar el impacto de esas generaciones anteriores.  Una y otra vez a través de los siglos el Espíritu Santo ha estado llamando al pueblo de Dios a nuevas aventuras de obediencia. Nosotros también somos parte de esa historia, de esos hechos del Espíritu.

Es por que estamos en la época de la apostasía, y puritanos y liberales, conservadores y restauracionistas, han pecado, como diría hoy el apostol Pablo, parafraseando a su epistola a los Romanos (Ro.3 RV 1960). Por lo que tenemos que volver a hablar de la cristiandad inicial y reestudiar la persona de Jesús a la luz de la biblia y lo que los historiadores de confianza hoy nos enseñan. La verdad no se contradice, sino, no sería verdad, sino mito.

Muchos detalles que carecen de cualquier confirmación por otras vías (especialmente relativos a sus supuestos arrepentimiento, suicidio o condena y decapitación) han sido añadidos a la tradición biográfica a partir de las «Actas de Pilato», un relato contenido en los evangelios apócrifos, que circularon con más profusión por Oriente; entre aquellos se cuentan también un nombre para su esposa, Claudia Procula (que, junto a él, fue canonizada como santa por la Iglesia ortodoxa etíope, y sola por la bizantina), o un (improbable) nacimiento de Pilato en Tarraco (Tarragona). Lo cierto, sin embargo, es que científicamente no se sabe nada seguro sobre las ciudades de nacimiento y fallecimiento de Pilato, y que su rastro histórico se pierde en los años 36-37 d.C., cuando se sabe que, destituído de su cargo, regresa a Roma.

  • «Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra,me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo,para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.»(Luc. 1:1-4)
  • «En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?  Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;  pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.0 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.(Hch. 1:1-12 RV 1960)

Las letras de Jesús María Hernández Gil (Di Fellatio), hablan de tolerancia, pensamientos antirracistas y de ser perseverante en «el camino de baldosas amarillas» (el nombre del grupo, «Mägo de Oz», se debe a la película El Mago de Oz porque la vida es un camino de baldosas amarillas, mientras otros buscan nuestros sueños).

Una de sus frases del disco Gaia II, la voz dormida es:

«No creo en un altar que salve mi fe, ser honesto es mejor que un cielo lleno de himnos».[12] 

Este talentoso y joven músico se equivoca, pues cuando ya no haya mas altares terrenales en el que los hombres en su ignorancia ofrendar, la adoración celestial a Jesús resucitado y rey del universo, será el standard celestial por toda la eternidad.

  • Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.  Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.  Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.  Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.  El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.  Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.  Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,  los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 1 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.(Ap. 4 RV 1960)

Resumiendo quien fue Herodes, decimos que él fue designado prefecto de Judea por Tiberio, a instancias de su prefecto para el pretorio, Lucio Elio Sejano, adversario de Agripina y destacado antisemita. Intentó romanizar Judea sin éxito, introduciendo imágenes de culto al César, y trató de construir un acueducto con los fondos del Templo. Las desavenencias con el pueblo judío lo llevaron a trasladar su centro de mando de Cesarea a Jerusalén para controlar mejor las revueltas. Pilato se enfrentaba además a grupos extremistas anti-imperialistas entre los que se contaba Barrabás, quien había asesinado a un soldado romano. Estos grupos subversivos daban mucho quehacer a Pilato. Poncio Pilato fue relevado del mando de Judea en el año 36 d.C., después de reprimir fuertemente una revuelta de los samaritanos, durante la cual crucificó a varios alborotadores. Todo un anticristo romano. Otro de los tantos Césares corruptos que dio la Roma pagana, la que tantas almas nobles del cristianismo segó.

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Notas

[0] http://es.wikipedia.org/wiki/Poncio_Pilato

[1] Se ha mencionado la caída del reino sacerdotal judío frente a Roma, pero no se la ha descrito. El fin del gobierno de los asmoneos estuvo estrechamente vinculado con el surgimiento de la familia de Herodes, de ascendencia idumea, es decir, de los edomitas que fueron obligados por Juan Hircano (de origen macabeo) a aceptar la fe judía. Esta estrecha vinculación de los edomitas y los judíos dio la oportunidad a un edomita de nombre Antípatro (o Antipas) de ocupar un cargo civil en el reino judío, y se convirtió para los judíos en el gobernador de Idumea. Su hijo, también llamado Antípatro, parece que ocupó más tarde el mismo cargo. Cuando estalló la guerra civil entre los hermanos macabeos -Hircano II y Aristóbulo II-, el Antípatro menor apoyó a Hircano y se alió con Aretas III, rey de los nabateos, pueblo árabe de la Transjordania y del antiguo territorio edomita.Aretas atacó y derrotó a Aristóbulo, quien se refugió en la fortaleza de Jerusalén.[url=http://marcohistoricodelnt.blogspot.com/2007/08/1802-sucesores-de-herodes-herodes.html#!/2007/04/1101-el-origen-de-los-herodes.html]

[2] En este momento fue cuando los romanos intervinieron en la guerra. Pompeyo se quedó en el Cercano Oriente después de haber vencido a los reyes del Ponto y de Armenia en el año 66 a. C. En el año 65 a. C. el general a quien Pompeyo envió a Siria recibió honores de los enviados de Hircano y de Aristóbulo. Probablemente por la razón práctica de que Aristóbulo estaba seguro en su refugio de Jerusalén, los romanos se pusieron de su lado y contra Hircano.
El ejército romano prosiguió su avance hacia el sur, y obligó a Aretas a que levantara el sitio contra Jerusalén y se retirara. Pero la conducta arrogante de Aristóbulo hizo que Pompeyo desconfiara de él y lo apresara. El ejército romano tomó a Jerusalén con la traicionera ayuda de los seguidores de Hircano, aunque los soldados de Aristóbulo retuvieron la colina del templo durante tres meses más. Los romanos abrieron finalmente una brecha en los muros a mediados del año 63 a. C. En la captura posterior de la zona del templo fueron muertos unos 12.000 judíos. Pompeyo y sus oficiales entraron en el lugar santísimo y contemplaron asombrados un sagrario que no tenía ninguna representación visible del Dios que allí era adorado (cf. Josefo, Guerra de los Judíos i. 7. 6).
Pompeyo terminó con el reino macabeo y arrebató un territorio considerable a Judea; permitió que Hircano continuara como sumo sacerdote y que gobernara con el título de etnarca («gobernante del pueblo»), quizá bajo la supervisión del gobernador romano de Siria. Antípatro (o Antipater) se convirtió en su primer ministro. Aristóbulo y sus hijos fueron enviados a Roma como prisioneros; sin embargo, escaparon, y en tres ocasiones se sublevaron contra los romanos; pero en las tres oportunidades fueron derrotados desastrosamente. Gabinio, procónsul romano de Siria, se enfureció y dividió a Judea en cinco distritos, cada uno gobernado por un concilio de ancianos. Debido a esta disposición, Hircano cada vez tuvo menos responsabilidad administrativa, mientras que Antípatro adquiría más y más autoridad convirtiéndose en el virtual gobernante. En el año 54 a. C., Craso, el triunviro y sucesor de Gabinio como procónsul de Siria, con el pretexto de conseguir dinero para una campaña contra los partos, saqueó el tesoro del templo, por lo que los judíos se sublevaron en el año 53. En el año 48 -cuando Pompeyo fue muerto en Egipto después de su derrota ante Julio César en la batalla de Farsalia- Antípatro se cambió de bando convirtiéndose en un poderoso y eficiente aliado de Julio César; y éste, a su vez, concedió favores a los judíos.

En el año 47 se le dio plena autoridad a Hircano, con los títulos de etnarca y sumo sacerdote, cargos que fueron convertidos en hereditarios para los judíos. Sin embargo, Antípatro todavía era quien tenía el poder y hacía notar esto a los judíos, para gran disgusto de la nobleza. Antípatro nombró a su hijo Fasaelo gobernador de Jerusalén y sus alrededores, y como gobernador de Galilea a un hijo suyo más joven, a Herodes, conocido más tarde como Herodes el Grande.
Después de que Julio César fue asesinado en el año 44, Casio, uno de los conspiradores contra César, consiguió el mando en la zona del Oriente mediterráneo y recibió el cordial apoyo de Antípatro y Herodes. Casio, como retribución, convirtió a Herodes en gobernador de Celesiria. Poco después Antípatro fue envenenado en Jerusalén. En el año 42 a. C., después de la derrota de Bruto y de Casio, Antonio asumió el control de los intereses romanos en el Oriente. Como Antonio había sido antes amigo de Antípatro, rechazó las súplicas de los judíos de que eliminara a la casa herodiana, y retuvo a Herodes y a su hermano Fasaelo como etnarcas de Palestina. Se permitió que Hircano permaneciera, pero sólo como sumo sacerdote. Herodes robusteció su posición ante los judíos desposándose con Mariamna, una nieta de Hircano II.[url = http://marcohistoricodelnt.blogspot.com/2007/08/1802-sucesores-de-herodes-herodes.html#!/2007/04/1102-la-llegada-de-pompeyo.html]

[3] [4][5]  http://es.wikipedia.org/wiki/Poncio_Pilato

[6] (Antigüedades Judías, libro XVIII, capítulo III, sección 2; La Guerra de los Judíos, libro II, capítulo IX, sección 4) cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Poncio_Pilato

[7] http://www.lyricsnmusic.com/mago-de-oz/la-voz-dormida-lyrics/8631480 cit en  http://www.monografias.com/trabajos85/verdaderos-inicios-cristianismo/verdaderos-inicios-cristianismo.shtml

[8] http://buscandoajesus.wordpress.com/articulos/poncio-pilato/

[9] http://www.es.catholic.net/temacontrovertido/945/3231/articulo.php?id=3010

[10] http://es.wikipedia.org/wiki/Txus_di_Fellatio

[11] http://www.buenastareas.com/ensayos/Jose-Maria-Hernandez-Gil/1718083.html

[12] http://www.buenastareas.com/ensayos/Jose-Maria-Hernandez-Gil/1718083.html

[13] Jesús María Hernández Gil, no sigue actualmente ninguna religión, pues en su opinión, son muy racistas y discriminatorias. Cit en http://www.buenastareas.com/ensayos/Jose-Maria-Hernandez-Gil/1718083.html

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