Es pecado tener sexo? parte 1

Es pecado tener sexo?

Autor: Paulo Arieu

Introducción:

• «Me doy cuenta de que, aun queriendo hacer el bien, solamente encuentro el mal a mi alcance. En mi interior me gusta la ley de Dios, pero veo en mí algo que se opone a mi capacidad de razonar: es la ley del pecado, que está en mí y que me tiene preso. ¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará del poder de la muerte que está en mi cuerpo? Solamente Dios, a quien doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo que me ha hecho libre.» (Ro. 7:21-25)

A la pregunta inicial si es pecado tener sexo, la respuesta es no. Somos criaturas con hábitos e instintos sexuales, creado por Dios con estas capacidades naturales y con un mandato cultural dado por Dios a la raza humana de procrear y reproducirse, para deletite y satisfacción de los esposos.

Cuantas peleas entre las parejas por este tema, no es cierto? Casados y no casados, discuten por este tema muchisimo, si me amas, debemos tenerlo, (aunque no estemos casados), si no me satisfaces como quiero, sino lo hacemos como a mi me gusta o estoy acostumbrado, me voy a casa de mis padres, o me busco otra.Si es en esta posicion bien, sino tambien… Y asi se dan estos pecados de alcoba, discuciones,peleas, disensiones, imposiciones, machismo o hembrismo.

Las ruinas de Pompeya con el volcán Vesubio. Nápoles, Italia

Asi vamos nosotros por la vida, tratando de dar rienda suelta a nuestro «fuego sagrado» que corre por dentro nuestro como la lava de un volcán, sin darnos cuenta que muchas veces, cuando este volcán explota, se comporta como el Vesubio con Pompeya, destruyendo todo a su paso, y dejando solo las ruinas de lo que prometía ser una buena relación de pareja.

Antiguas ruinas de una antigua ciudad romana Pompeya, Italia

La sexualidad, no es pecado, solo que la gente se ha tragado muchos cuentos y existen muchos mitos y tabúes. Pero tener sexo FUERA DEL MATRIMONIO si es pecado.No, el placer del sexo entre los esposos es algo agradable a Dios, no solo para procrear sino para el disfrute del amor entre los cuerpos. Gracias a Dios, la Edad Media terminó hace rato!

La pureza en en matrimonio, la sexualidad, es un tema que abordaré en este artículo.

Seguramente que usted ha notado que en las últimas décadas tanto la prensa como las películas de Hollywood han promovido constantemente la aceptación por estilos de vida que son abiertamente condenados por la Biblia. Se nos pide que «aceptemos» a aquellos que no comparten nuestra posición con respecto a los valores familiares y a la sexualidad, y todo en nombre de la «tolerancia».

Se nos ha dicho que existe más de un 10 por ciento de la población latinoamericana que es homosexual (gay y lesbiana), pero la realidad es que estudios muestran que en Latinoamérica los homosexuales no llegan ni siguiera al 3 por ciento. Quizás usted sea uno de los que se encuentra confundido y anda en busca de identidad sexual. O quizás usted ya haya buscado llenar el vacío de intimidad y satisfacción sexual con un miembro del mismo sexo.

En el artículo anterior, donde reflexionaba si es pecado ir al baile, citaba al dr. Enrique Doctor en Arquitectura y Profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, autor de “¡De fiesta! + que música y baile”, publicado por Editorial Andamio, quien habla desde la experiencia y desde la esperanza a un mundo joven que se mueve y se muere entre el baile, la disco, la música, la danza, las tribus urbanas, las distintas drogas y otras sustancias. [0]

“Si vas de fiesta debes saber que no es oro todo lo que reluce, ni plata todo lo que oscurece”, expresa Enrique Solana Suárez [1]

Y concluía ese artículo diciendo que si bien el baile no es pecado, debemos advertir que los bailes populares, como se practican hoy en dia, y las discotecas bailables, sí son pecado y una invitación no solo al pecado, sino también o al delito o a ser victima de un acto delicitivo, como ser la drogadicción, la fornicación o adulterio, la prostitución y la trata de blancas, o ser una víctima del uso violento de armas blancas o de fuego.  Y citando al apostol Pablo, creo que debemos «Abstenernos de toda especie de mal» (1 Tes. 5:22).

Y personalmente, sugiero que se abstengan voluntariamente de participar en estas actividades, no porque de hecho estén prohibido directamente por el Señor, sino porque no les aporta nada interesante a sus vidas personales, y los riesgos son múltiples, y día a día, vemos como la degeneración, la violencia y la maldad se han incrementado muchisimo y a través de los medios de comunicación, se nos informa de contínuo, como continúa incrementándose de modo alarmante la maldad.

El incremento de las tribus urbanas, de los transexuales, de las adicciones, de la pornografia y otros males que constantemente azotan nuestros países, son mas que un motivo para mantenernos distantes de estos «centros paganos de diversión», verdaderas escuelas del pecado, verdaderos «circos romanos» [2]

En este artículo vamos a citar rápidamente algunas de las prácticas fetichistas de nuestra cultura, que la biblia condena.

Recordemos que existe una diferencia entre fornicación y adulterio:

a) El adulterio es el contacto sexual íntimo entre una persona casada y otra persona que no es su esposa(a).

b) La fornicación es cuando ocurre un intercambio sexual íntimo entre dos personas que no están casadas. En otras palabras, fornicación es sexo fuera del matrimonio.

Algunas personas creen que el pecado que cometió Adán y Eva, el famoso fruto, no eran nada más que las relaciones sexuales. Creen que esa fue la caída de Adán y su mujer. Por supuesto, si ellos piensan así llegarán a la conclusión que las relaciones sexuales son pecado. La verdad es que el fruto era simplemente un fruto. La caída de Adán y su mujer tuvieron su origen en la desobediencia a Dios, pues, él les había dicho que no comieran de ese árbol.

La verdad es que las relaciones sexuales fueron creadas por Dios. Dios diseño la sexualidad para el hombre y la mujer. El Señor no pondrá deseos que vayan en contra de su voluntad. Él nos creo con el deseo de tener relaciones sexuales. Nos dio la sexualidad con un propósito. No es pecado tener relaciones sexuales.

Sexualidad fetichista

Diferentes culturas a lo largo del tiempo han asignado al sexo poderes mágicos y tabúes, que de ser violados, propiciarían castigos supernaturales; revisar estas conductas es una fascinante forma de entender el magnetismo universal que ejerce la sexualidad.

Es evidente que el sexo ocupa un papel central en nuestra cultura. La biología y la neurociencia han descubierto que buena parte de los comportamientos que moldean nuestra vida y determinan nuestra arquitectura neuronal están motivados o son generados por el sexo.

Para la siquiatria, hoy en día es difícil concebir la salud mental y física sin el ejercicio de una sexualidad plena. Freud encontró en el sexo –o en su carencia– la causa omnímoda de todos muchos de nuestros padecimientos psíquicos. Si saltamos al presente, muchísimas  revistas de belleza y salud atestan los supermercados y kioskos con la ubicua promesa de una mejor vida sexual o de un secreto que te hará conseguir la imagen paradigmática de lo sexy y por lo tanto el grial secular de satisfacer todos tus deseos y/o conseguir una pareja ideal.

Aunque estemos en desacuerdo con este reduccionismo pansexual, no podemos dejar de reconocer la fuerza primordial de la energía sexual. Probablemente no sólo nacemos para encontrar una pareja y reproducirnos, existen otros factores intelectuales, emocionales o espirituales que entran al crisol –el mundo quizás no sólo sean los genes , para perpetuarnos a nostros mismos.

Incluso nuestros actores favoritos, las series de tv, las peliculas de cine de hollywood, nos muestran un sexo deshinibido,triunfante, erotico,sobrneatural incluso, como escalera al exito o fruto de un estilo de vida del éxito hollywoodense.

Pero no hay nada tan incontrovertiblemente cierto, nada que abarque y convulsione tanto, ni ejerza una atraccción tan fuerte –más allá de sofismas, credos, metafísica, idiosincracias, dogmas y palabras– como el sexo (o solo la muerte es tan real; el amor es impalpable como el cielo).

Es por este magnetismo universal del deseo –imperio concreto del cuerpo: caballo real que arrastra al auriga fantasma de la psique– que el sexo se disuelve y se destila como poder. Poder que es permisividad (capacidad de hacer y transformar el mundo, y también de dejar ver al otro ese mundo: el sexo es lo más cercano a la transubstanciación catolico-romana) y prohibición (control, negación, neurosis, impenetrabilidad).

Un poder, el sexo, que opera y oficia también sobre lo secreto –los asuntos de estado y recámara, lo que no se puede comunicar de otra forma, la intriga y el estigma– y trafica con la divisa fundamental del mundo: la energía.

No es extraño, entonces, que casi todas las culturas hayan imbuido su sexualidad de magia y tabú, de potencia y castigo. La palabra tabú viene del tongoleno y significa justamente prohibición. La prohibición primordial es la negación sexual (ese primer no), específicamente el incesto –una de las bases de la civilización según Freud.

Para Levi-Strauss este tabú fundamental parte de que en sociedades primitivas existía una economía sexual de intercambio de mujeres.

El tabú al incesto permite que se puedan ofrecer hijas y hermanas a cambio de otras mujeres –o de otros bienes. El romper con este tabú trae no sólo un castigo de la tribu, también un castigo invisible o supernatural –algo también práctico ya que el sexo generalmente se da manera secreta fuera de la mirada del grupo. Esto significa que el sexo toma un carácter de sagrado o execrable, es por eso que merece, al ser violado el orden impuesto, un castigo supernatural.

Es por este motivo que el hombre por no tener en cuenta lo que enseña «la Ley de Dios», se pervierte, y empieza a abandonar sus buenas costumbres y se pervierte, hasta el punto de olvidarse totalmente de que Dios existe. La perversidad ocupa entonces el centro del corazón del hombre,lugar que le pertenece a Dios. Y nace entonces la perversidad, como una nueva forma de idolatría en el interior del alma humana.

Conclución

El esposo que ama a su esposa, tendrá que batallar menos contra la tentación sexual, ya que tales necesidades serán satisfechas,probablemente a plenitud con su propia compañera.

• «En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;  pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.  La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.  No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.  Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.  Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;  y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.»(1 Cor. 7-1-13,33-34)

Pablo estaba bien consciente de eso y exhortó a que los hombres y las mujeres vivieran armoniosamente en la satisfacción de sus relaciones conyugales. Unas relaciones sexuales inmorales (ilícitas) pierden mucho de su atracción para el líder cristiano, quien es satisfecho en el contexto de su propio hogar.

Por el contrario, el marido o mujer que le niega a su compañero sus derechos conyugales, está invitando la ruina sobre su matrimonio. El sexo jamás deberá ser utilizado como una forma de castigo, control o para manipular egoístamente a su compañero.

Dios creó al hombre y a la mujer y les dió mandatos específicos. Ellos llevaban la acción de la reproducción En ninguna parte vemos que Dios haya impedido que ellos llevarán su sexualidad. Por el contrario, acaso no dice la Escritura que Dios los bendijo con estas palabras:

• «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo .» (Gen 1:22)

Parte de la bendición que de Dios recibían era multiplicarse. En verdad Dios llevaba en mente la sexualidad a la hora de la creación. No obstante, era una sexualidad conforme a su voluntad. Incluso Adán y Eva andaban desnudos y no les molestaba su sexualidad en lo absoluto. Hoy es necesaria la ropa, pero, por el morbo con se ha tomado la sexualidad por haber perdido la inocencia.

El sexo no es pecado. Somos criaturas con hábitos e instintos sexuales, creado por Dios con estas capacidades naturales y con un mandato cultural dado por Dios a la raza humana de procrear y reproducirse, para deletite y satisfacción de los esposos.

Cuantas peleas entre las parejas por este tema, no es cierto? Casados y no casados, discuten por este tema muchisimo, si me amas, debemos tenerlo, (aunque no estemos casados), si no me satisfaces como quiero, sino lo hacemos como a mi me gusta o estoy acostumbrado, me voy a casa de mis padres, o me busco otra. Si es en esta posicion bien, sino tambien… Y asi se dan estos pecados de alcoba, discuciones,peleas, disensiones, imposiciones, machismo o hembrismo.

Asi vamos nosotros por la vida, tratando de dar rienda suelta a nuestro “fuego sagrado” que corre por dentro nuestro como la lava de un volcán, sin darnos cuenta que muchas veces, cuando este volcán explota, se comporta como el Vesubio con Pompeya, destruyendo todo a su paso, y dejando solo las ruinas de lo que prometía ser una buena relación de pareja.

Aqui y aqui, procuré explicar que el sexo (la sexualidad) no es pecado,pero que todo  tiene un orden en esta vida. Lo que si es pecado son las desviaciones de la sexualidad y las depravaciones.

No estoy de acuerdo en absoluto para nada, con Vicente Aranda Ezquerra, un famoso director de cine europeo (español), quien afirmó

«quiero dejar constancia que el sexo es promiscuo siempre» [16]

El sexo en si no es promiscuo, porque Dios lo creo. Dios no creó el pecado ni la promiscuidad. Pero existen algunas religiones, que distinguen entre las actividades sexuales que se practican para la reproducción biológica (algunas veces permitidas tan solo dentro del estatus marital formal y a cierta edad (edad núbil o de consentimiento)), y otras actividades practicadas para el placer sexual, que se califican de inmorales.

Primero aclaremos que el sexo (la sexualidad) desde la moral ordenada por Dios en la Biblia, no es un deseo impuro en si. El sexo no es pecado, el sexo no es aborrecido por Dios si no al contrario, fue creado por él mismo, por lo cual como a todas las cosas que hizo las bendijo, esto es siempre y cuando está dentro del orden del MATRIMONIO.

No crea que su sexualidad es un mal dejado por Dios, como un castigo o una consecuencia del pecado. Normalmente, cuando las personas creen esto quieren reprimir su sexualidad. El problema no se soluciona de esa manera. Por el contrario se hace peor porque sólo se logra la frustración al darse cuenta que no se puede cambiar algo que Dios a puesto. Pero, como ellos no lo creen así sólo hay desilusión.

No es pecado sentir atracción por un hombre o una mujer. Todos tenemos impulsos sexuales. Todos los días tenemos pensamientos de carácter sexual. Así que, no es pecado tener apetitos sexuales. La pregunta es: ¿Cómo manejas tus pensamientos?

Hay apetitos sexuales, claro, pero no son para satisfacerlos cada vez que te vengan a la mente. Por eso la Biblia dice que cada uno “sepa tener su esposa en santidad y honor”

Entonces, no es pecado tener relaciones sexuales, ni desear ni pensar. Todo depende de que hagamos con dichos pensamientos. No es que sea pecado tener relaciones sexuales. Se vuelve pecado cuando no lo hacemos en la voluntad de Dios. La voluntad de Dios en cuanto a la sexualidad está en hacerlo dentro del matrimonio. La sexualidad es permitida, pero, responsablemente. La sexualidad trae hijos y además es la unión perfecta de un hombre y una mujer.

Pienso que mas noble es san Agustín, quien no desprecia la belleza del cuerpo,ni parece idolatrar al cuerpo tampoco.

Que es la hermosura del cuerpo? Es la armonia de las partes acompañada por cierta suavidad de color. [3]

Fuera del matrimonio es pecado.No la invente yo a esta ética, sino que es Dios quien nos la revela por Su Palabra. Y si Dios nos pide que esperemos a estar casados, NO es porque se goza viéndonos sufrir, si no para la protección de nuestra alma y corazón. Hay que aclarar esto ya que erróneamente recibimos información acerca del sexo  tanto de la gente que no conoce la Biblia como la de las mismas congregaciones (que igual son personas que no leen la biblia) .

La sexualidad entre sexos diferentes, y específicamente la procreación se ve como algo ideal en las religiones abrahámicas (judaismo, cristianismo e islam), que  sacralizan el matrimonio.

El sexo no es pecado, pero el amor al sexo si es pecado. Al igual que el amor al mundo, como dijo S. Agustín

Porque ¿qué cosa más miserable que el que un mísero no tenga misericordia de sí mismo y, llorando la muerte de Dido, que fue por amor de Eneas, no llore su propia muerte por no amarte a ti, ¡oh Dios!, luz de mi corazón, pan interior de mi alma, virtud fecundante de mi mente y seno amoroso de mi pensamiento? No te amaba y fornicaba lejos de ti, y, fornicando, oía de todas partes: «¡Bien! ¡Bien!»; porque la amistad de este mundo es adulterio contra ti; y si le gritan a uno: «¡Bien! ¡Bien!», es para que tenga vergüenza de no ser así. Y no llorando esto, lloraba a Dido muerta, «que buscó su última hora en el hierro», en tanto que yo buscaba tus últimas criaturas, dejándote a ti y yendo, como tierra, tras la tierra, hasta el punto que, si entonces me hubieran prohibido leer tales cosas, me hubieran causado dolor, por no leer lo que me dolía. No obstante, semejante demencia es tenida por cosa más noble y provechosa que las letras, en las que se aprende a leer y escribir. [4]

Ciertas ramas del cristianismo ultrafundamentalista, te dice que el sexo es malo, asqueroso, cochino, sucio, inmundo y debes portarte bien, porque Dios ‘viene con una tijera gigante, te corta y te vas eunuco al cielo’. Pero eso no es verdad

Desde ese principio cada uno de nosotros tenemos impulsos sexuales, que deben ser canalizados en el seno del matrimonio,como ordena el apostol Pablo (1 Cor. 7-1-13,33-34)

Dios le bendiga

Notas

[0][1] http://www.protestantedigital.com/ES/Cultura/articulo/13361/De-fiesta-ue-musica-y-baile-un-libro-dedicado-a

[2] https://elteologillo.wordpress.com/2012/12/02/pan-y-circo/

[3]  http://www.thecult.es/secciones/cronicas/la-estetica-en-san-agustin.html

[4] http://mercaba.org/TESORO/Agustin/Confesiones-S-Agustin-Lib-1.htm

B Consultada

• http://cayadopastoral.com/a/a2-7-2.html
• http://mercaba.org/TESORO/Agustin/Confesiones-S-Agustin-Lib-1.htm
• http://www.thecult.es/secciones/cronicas/la-estetica-en-san-agustin.html
• https://elteologillo.wordpress.com/2012/12/02/pan-y-circo/
• http://www.protestantedigital.com/ES/Cultura/articulo/13361/De-fiesta-ue-musica-y-baile-un-libro-dedicado-a

Imagenes

• http://us.123rf.com/400wm/400/400/alfonsodetomas/alfonsodetomas1111/alfonsodetomas111100024/11128864-las-ruinas-de-pompeya-con-el-volcan-vesubio-napoles-italia.jpg
• http://us.123rf.com/400wm/400/400/sailorr/sailorr0904/sailorr090400102/4655906-antiguas-ruinas-de-una-antigua-ciudad-romana-pompeya-italia.jpg