“BALAAM” UN PROFETA REBELDE, UN ASNA QUE HABLA Y UN REY FURIOSO


“BALAAM” UN PROFETA REBELDE, UN ASNA QUE HABLA Y UN REY FURIOSO

(NUMEROS 22) Nos vamos directitos al Antiguo Testamento para ver de cerca una de las historias más extraordinarias de toda la Biblia. Tenemos a un hombre misterioso que era un mago profesional de algún clam nómada similar a los gitanos, su nombre Balaam. La reputación de este caballero era impresionante y muchos reyes los contrataban para resolver situaciones. Los israelitas continuaban su paso arrollador, por ejemplo, el rey Og de Basán que atacó a Israel fue derrotado y despojado de todo su territorio. Esta situación puso en pánico a los gebernantes de otras ciudades que comenzaron a temer a Israel. Balac rey de los moabitas no perdió tiempo y no tardó en tramar un plan contratando a Balaam para que utilizara su magia y pusiera a los dioses a favor de ellos.

Pero, Balaam vivía en Mesopotamia a ochocientos kilómetros de distancia, no importa replicó Balac, y envió unos mensajeros con una gran suma de dinero para persuadirlo a que que viniera. En un mensaje escrito decía: “Mira, ha salido de egipto un pueblo que cubre la superficie de la tierra y está cerca de mi, ven pues y maldíceme a este pueblo, pues es más fuerte que yo”. El mago leyó el mensaje y rehusó acompañar a los hombres de Balac, cuando estos llegaron sin el mago el rey se enojó. Pensativo como podía convencer a Balaam, Balac mandó a llamar a unos hombres importante de su país y los envió donde el mago con una suma de dinero más grande que la anterior.

Balaam aceptó, ensilló su asna y partió con los príncipes de Moab, la jornada fue larga y tediosa, el clima estaba muy caluroso. La escena estaba preparada y todo concurría como debía, no obstante, Balaam no se imaginaba que el asna que montaba podía ver ángeles y hablar. Continuaron el camino y el mago comienza a darse cuenta que algo anda mal cuando la asna se salió del camino y se metió en un campo. Esto acción lo puso de mal humor no sabiendo que la asna había visto a un ángel con su espada desenvainada en la mano y comenzó a castigar al animal.

Nuevamente el asna se salió del camino y fue a dar a un viñedo, tratando de sacar al asna de dentro unas cercas esta se asustó y le aplastó un pie a Balaam jajajaja, me imago su cara. Otra vez éste le pegó al animal, siguieron el camino llegando a un lugar muy angosto donde había una especie de precipicio, ahí mismo la asna volvió a ver el ángel y tumbó a Balaan. Esta vez el mago golpeó al animal con un palo y para su asombroooo oyó una voz que dijo: “¿Que te he hecho yo?, pregunto el asna, para que tres veces me hayas golpeado. Balaam abrió los ojos más grande que la luna, no podía creer lo que veía.

¿Por que te burlas de mi?, – dijo Balaam, si tuviera una espada, ahora mismo te mataría por portarte tan mal ante gente tan importante. Para sorpresa del mago Jehová le abrió los ojos a Balaam y éste vió lo que el asna veía, el Angel de JehovÁ, que estaba en el camino con la espada dsenvainada en la mano. El hombre se postró y el Angel le dijo: “-¿Por que tres veces le has pegado al asna, no sabes que dios cuida de los animales?, sabes el asna me ha visto y ha querido apartarse luego de delante de mi las tres veces, si ella no me hubiera esquivado, te hubiera matado a ti, dejándola viva a a ella.

Las primeras palabras del mago fueron: Yo he pecado, me volveré a mi casa, pero el Angel le dijo: “Ve con esos hombres, pero di solamente lo que te diga yo”. Balac al ver a Balaam llegar brincaba de alegría y sin perder mucho tiempo lo llevó a la cima de una montaña Bamot-baal desde donde se podía ver al campamento de israel.  En plena montaña el rey le dice: -“MaldÍcelos, sin embargo, Balaam no pudo hacerlo y en cambio de su boca salían palabras de bendiciones.

Enojado Balac lo llevó a dos lugares más diferentes y el mago no podía vociferar la maldición, solo dijo lo que el Angel le había comentado. “El que te bendiga será bendecido y que que te maldiga, maldito será” , ufffffffff, el rey estaba que echaba chispas. Balac le dijo al mago, miraaaa, te he llamado para maldecir a mis enemigos, te he pagado mucho dinero y los has bendecido en tres ocasiones, te dire algo, no te quiero ver por aquí, ahora huye pronto a tu tierra antes de que cambie de idea. Balaam tomó su asna y puso pies en polvorosa a todo vapor, que le habrá dicho su asna por el camino, imaginalo tu amigo lector.

EDWIN VAZQUEZ ESCRITOR E HISTORIADOR

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