Eutanasia en Argentina 2


Eutanasia en Argentina 2

Máquina utilizada para facilitar la eutanasia a enfermos terminales mediante el método de inyección letal. Fue utilizada por cuatro personas durante 1996 y 1997, período en el que fue de uso legal en Territorio del Norte (Australia). Se exhibe en un museo de Londres.

Para la catedrática Marina Gascón Abellán, «la eutanasia consiste en provocar la muerte de otro por su bien, lo cual conduce necesariamente a acotar las circunstancias y supuestos (mayoritariamente ligados al contexto médico-asistencial) que dan sentido a esta actuación humanitaria, piadosa y compasiva. […] El elemento central que define la eutanasia no es la concurrencia o ausencia del consentimiento del sujeto que muere, ni la modalidad activa u omisiva de la conducta que provoca la muerte, sino los móviles que la animan»

Esta es una definción secular de la euthanasia, pero nosotros a la luz de las escrituras entendemos que la eutanasia podría ser catalogoda como una forma de suicidio.

Veremos el suicidio a la luz de las escrituras

Suicidio

La eutanasia decidida por uno y la muerte digna, en el caso que la persona voluntariamente solicite la muerte, podría considerarse una forma mas de suicidio,por mas enfermo que se encuentre la persona, la vida la da y la quita Dios.

La Biblia menciona cuatro personas específicas que cometieron suicidio: Saúl (1ª Samuel 31:4), Ahitofel (2ª Samuel 17:23), Zimri (1ª Reyes 16:18), y Judas (Mateo 27:5). Ellos fueron hombres crueles, malvados, pecadores. La Biblia ve al suicidio igual que al asesinato – eso es lo que es – asesinarse uno mismo. Dios es quien va a decidir cuándo y cómo va a morir una persona. De acuerdo con la Biblia, tomar ese poder en sus propias manos, es blasfemia contra Dios.

La Ley mosaica del Antiguo Testamento no se refiere directamente al suicidio porque lo contempla dentro del homicidio. Si la muerte provocada a otra persona estba condenada por la Ley de Dios, !Cuanto mas reprobable sería matarse uno mismo! Estos acontecimientos bíblicos no constituyen la norma,ni tampoco suponen una aprobación de la conducta suicida sino que por el contrario, el pueblo judío despreciaba a quienes se quitaban deliberadamente la vida.

Los casos  que figuran en la biblia son simples constataciones históricas de hechos puntuales que desgraciadamente ocurrieron pero que, de ningún modo son moralmente aprobados. El suicidio es para el hombre biblico una clara violación del quinto mandamiento del Decálogo ya que solo Dios tiene poder y es soberano sobre la vida humana

“Porque ninguno de nosotros vive para si,y ninguno muere para si.Pues si vivimos,para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Asi pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Ro. 14:7-8)

Qué dice la Biblia acerca de la eutanasia?»

La Biblia no menciona específicamente la eutanasia, pero sí menciona temas relacionados a esta. La eutanasia es conocida por diferentes términos tales como: suicidio asistido, muerte misericordiosa, etc. En sí, es el acto de asistir a alguien en su propia muerte y que se encuentra terminalmente enfermo, en sufrimiento y en gran dolor. El objetivo del suicidio asistido es prevenir la continuidad del dolor.

Este es un tema muy difícil. Hay dos lados que son difíciles de balancear. En un extremo, no queremos tomar en nuestras manos la vida de una persona y terminarla prematuramente – eutanasia. En el otro extremo, ¿hasta qué punto simplemente permitimos que una persona muera, y dejamos de tomar acciones que preserven su vida? ¿Qué hay acerca de la eutanasia? La abrumadora verdad que lleva a la conclusión de que Dios se opone a la eutanasia, es Su soberanía. Sabemos que la muerte física es inevitable (Salmo 89:48; Hebreos 9:27). Sin embargo, sólo Dios es soberano sobre cuándo y cómo ocurre la muerte de una persona. Job testifica en Job 30:23, “Porque yo sé que (Tú Dios) me conduces a la muerte, y a la casa determinada a todo viviente.” En el Salmo 68:20, leemos, “Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.” Eclesiastés 8:8a declara: “No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte;…” Dios tiene la última palabra sobre la muerte (ver también 1 Corintios 15:26, 54-56; Hebreos 2:9, 14-15; Apocalipsis 21:4). La eutanasia es la forma en que el hombre trata de usurpar esa autoridad de Dios. La muerte es un evento natural. Algunas veces Dios permite que una persona sufra mucho antes de que la muerte llegue; otras veces, el sufrimiento de la persona se acorta. Nadie disfruta del sufrimiento, pero esto no justifica el determinar que una persona está lista para morir. Con frecuencia, los propósitos de Dios son cumplidos a través del sufrimiento de una persona. “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera, Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.” (Eclesiastés 7:14) Romanos 5:3 enseña que las tribulaciones producen paciencia. Dios se preocupa por aquellos que imploran que la muerte termine sus sufrimientos. Dios otorga un propósito a la vida aún hasta su final. Solo Dios sabe lo que es mejor, y Su tiempo aún en la muerte de uno, es perfecto. Al mismo tiempo, la Biblia no nos ordena hacer todo lo que podamos para prolongar la vida de una persona. Si una persona ha sido mantenida viva sólo por máquinas, no es inmoral apagar las máquinas y permitir que la persona muera. Si una persona ha estado en un persistente estado vegetativo por un prolongado período de tiempo, no sería una ofensa a Dios el desconectar los tubos o máquinas que estén manteniendo viva a la persona. Si Dios deseara mantener viva a una persona, Él es perfectamente capaz de hacerlo sin la ayuda de tubos y/o máquinas. Tomar una decisión como ésta, es muy difícil y doloroso. Nunca es fácil decirle a un doctor que suspenda lo que sostiene la vida de un ser querido. Nunca debemos buscar terminar la vida prematuramente, pero al mismo tiempo, tampoco debemos preservar una vida tanto como sea posible. El mejor consejo para cualquiera que enfrente esta decisión es orar a Dios por sabiduría respecto a lo que Él quiera que hagas (Santiago 1:5).

La Biblia dice que no debemos matar (Éxodo 20:13: «No matarás.»). El homicidio es la forma ilegal de quitarle a alguien la vida y matar es, quitar, de forma ilegal la vida de alguien. Hablando técnicamente, si una nación dice que la eutanasia es legal, entonces, a nivel humano no sería asesinato. Pero como las sociedades con frecuencia legislan temas morales en contra vía de la Biblia, solo por el hecho de que una sociedad diga que la eutanasia es buena, no significa que esta lo sea. Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres

Hechos 5:29: “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”

Somos hechos a la imagen de Dios (Gn 1:26), y es el Señor quien nos da la vida

Job 33:4: “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.”

Y es Él quien ha determinado nuestros días

Job 14:5: “Ciertamente sus días están determinados, Y el número de sus meses está cerca de ti; Le pusiste límites, de los cuales no pasará.”.

Esto significa que Dios es Señor soberano y es quien determina el día que moriremos. Por lo tanto, no debemos usurpar la autoridad de Dios.

Cuando Job, y de acuerdo a este libro, se encuentra en gran tragedia y dolor, su esposa le dice:

“¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. 10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.” (Job 2:9-10).

Básicamente, la esposa de Job quería que él mismo terminara con su vida para evitar su dolor; pero Job rehusó hacerlo y en esto, él no pecó.

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,” Hebreos 9:27

De acuerdo a la Biblia, es Dios quien le señala a las personas cuando deben morir. El suicidio asistido es, básicamente, un intento de negarle a Dios Su derecho soberano ya que es Él quien señala cuándo ha de morir la persona. Debemos ser cuidadosos y no tomar en nuestras manos el derecho que le pertenece a Dios.

En la Biblia no hay nada que nos diga que debemos hacer de todo para mantener a alguien vivo tanto como queramos. Por lo tanto, no estamos obligados ni a prolongar ni a acortar la vida de alguien que está sufriendo. Si alguien está terminalmente enfermo y en gran sufrimiento, debemos hacer que la persona esté tan cómoda como sea posible durante este proceso hasta su deceso. Debemos entonces dejar que la muerte siga su curso natural, haciendo lo posible para consolar a quien está sufriendo.

Finalmente, como muchas otras cosas en el mundo, cuando un pequeño compromiso se hace, muchas injusticias siguen. Si la eutanasia es permitida bajo la afirmación emocional y moral de que es lo mejor para el individuo, ¿qué evitará que el gobierno se levante eventualmente y determine quién más deberá ser eliminado? ¿Podría la definición de eutanasia ampliarse e incluir a aquellos que están sufriendo depresión crónica, que no son productivos para la sociedad o a los que solo no les gusta seguir viviendo, etc.? Debemos preguntarnos que si la puerta para asesinar a personas de edad es abierta, ¿podrá alguna vez cerrarse?

¡Piénselo! El principio de la vida está ahora abierto al aborto y el fin de la vida está siendo ahora considerado también por medio de la destrucción. De la forma como un tornillo cierra en un solo lado, ¿cuántos de aquellos en la mitad caerán presas de la depravación moral relativa del hombre y los negocios del amor con el pecado que siempre lleva a la muerte?

Uno de lo síntomas mas caracteristicos de la actual cultura occidental es lo que se ha llamado su “estilo de muerte”.

Morir, no es el fracas del medico,sino que constituye el destino del hombre desde que viene a este mundo. Conviene aprender a convivir con la idea de la muerte como aquella “vieja amiga” que nos espera detras de la ultima esquina de la vida.

La vida del ser humano tiene valor por ella misma.Su merito no aumenta o disminuye en function de las caracteristicas personales del titual que la posea. Situaciones como la vejez,la soledad,la enfermedad o la inutilidad laboral no pueden robarle importancia ni convertirla en instrumento para dudosos fines. La etica Cristiana ha considerado siempre que el valor de la vida humana debe ser cuidado especialmente por encima de los demas valores porque se trata de un bien superior regalado por Dios. En El tiene su origen y su destino último.

El Señor Jesús constituye para el creyente un evidente ejemplo. El amaba la vida, pero no se mostraba indeferente ante la muerte. Las lágrimas de la viuda de Nain cuando iba a enterra a su hijo le desgarran el alma. El Hijo de Dios llora frente a la tumba de su amigo Lázaro. Los enfermos y los mutilados le conmueven consiguiendo así que él los sabe. Pero Cristo no le da la espalda a la muerte sino que va directamente a su encuentro afirmando que

“Yo pongo mi vida,para volverla a tomar. Nadie me la quita,sino que yo de mi mismo la pongo” (Jn.10:17-18)

Antonio Cruz cita que es el amor al padre y a la criatura humana el que mueve la voluntad de jesucristo. Sin embargo,continua Cruz, esta actitud ha sido mal interpretada, diciendo que Jesus “suicidó premeditadanete, al no abandoner la ciudad cuando supo que su crucifixion era inminente”

Pero Jesus no se quita la vida,sino que la pone de forma voluntaria en las manos del Padre por amor a los hombres. EL no quería morir en la cruz. En el huerto de Getsemaní oró amargamente diciendo

“Padre mio,si es posible, pasa de mi esta copa: pero no sea como yo quiero, sino como tu” (Mat. 26:39)

Es verdad que su sacrificio fue necesario para redimir a la humanidad,pero Jesús no se suicide. Lo mataron las autoridades romanas en combinación con las judías. Y los demas martires que ha tenido la fe Cristiana desde el primer siglo de nuestra era no fueron tampoco suicidas que atentaron contra sus vidas por motives religiosos, sino que fueron otros quines les quitaron la vida. El verdadero martir de la fe no se suicida,sino que es victim inocente de un homicidio. La vida humana es un valor fundamental de la persona ppero no es el valor supremo. Según el evangelio, hay que estar dispuesto a dar la vida por los demas o por el reino de Dios como hizo Jesus, cuando sea necesario hacerlo. Y esto no es ser suicida sino simplemente ser coherente cin la propia fe.

Conclución:

Es verdad que hoy en día la tecnología aplicada a la medicina permite alargar la vida, en algunos casos inútilmente. También es verdad que el secularismo imperante en nuestra sociedad ha robado el sentido del mas allá del corazón de muchos, que ven en la eutanasia o en la muerte digna una salida a sus sufrimientos.

Pero un cristiano debe mantener firme su esperanza en el mas alla, confiando en Jesus que nos prometió una vida mucho mejor que esta. No significa esto que deba prolonger su sufrimiento aca en la tierra innecesariamente.pero sabemos que Dios tiene un tiempo para cada cosa, hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir, dice Eclesiastés.

No debemos tener temor a la muerte, y respecto al sufrimiento, muchas veces hemos visto la mano de Dios en nuestras vidas, tratando con  nosotros mismos y preparándonos para llevarnos a las moradas eternas. Y también hemos visto como ante la realidad de la muerte, algunos de nuestros seres se han vuelto a Dios.

Confiemos en el y pongamos toda nuestra fe en el,como dice el autor de Hebreos

“2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. “ (Heb. 12:2 RV 1960)

Bibliografia consultada

 

 

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