Consumado es. Parte 2 – CONTRASTES ENTRE EL VIEJO Y EL NUEVO PACTO


Consumado es. Parte 2 – CONTRASTES ENTRE EL VIEJO Y EL NUEVO PACTO

Por Paulo Arieu

pacto02

Introducción

Continúo con este segundo artículo de la serie,  «Consumado es»,  frase que es una de las siete palabras de Jesús en la cruz. Cristo,

«con ella quiso decir que su obra había acabado».[0]

Syntaxis

Respecto de su syntaxis, el verbo griego que usa es teléo, en una forma de perfecto pasivo: τετέλεσμαι. La forma empleada fue: tetélestai, indicando que su tarea para la cual había venido estaba cumplida. El Señor ya había usado esa forma verbal en su oración mostrada en Jn. 17: 4,»Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.»

Como cité en el articulo anterior [4], era costumbre entre los pastores en Israel usar esta frase tetelestai cuando querían referirse a las ovejas perfectas para sus sacrificios, de manera que al Jesús decir esta palabra el Padre mostraba que había provisto la oveja perfecta para el holocausto. [1] Vemos al  Cordero de Dios en « El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» Jn. 1: 29

Precisamente tetelestai implica que la tarea específica de Jesús fue cumplida absolutamente. El vino a salvar a su pueblo («Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»,Mat. 1: 21).[2]

Pacto

El primer aspecto en el que vemos el cumplimiento o cosnumacion de su obra,  es el cumplimiento de los pactos de Dios con Israel, lo que conocemos comunmente como Antiguo testamento.

La Biblia enseña numerosos pactos, la mayoría establecidos entre individuos o naciones. Los pacto divinos son menos.

Un pacto es un tratado o convenio celebrado entre dos o más partes.[23] Los pactos que se nos revelan en la Biblia,

» son de gran ayuda para entender el desarrollo del A.T. y la persona y obra del Mesías: Cristo Jesús.»[5]

En el vocabulario nuestro la palabra pacto no es comúnmente utilizada, excepto para señalar documentos legales o ceremonias matrimoniales. El término se deriva del latín covenire, que significa ‘convenir, reunirse para un propósito común.’ El significado de la palabra hebrea berît es más complejo. Se origina de la raíz brh que tiene varios significados. Algunos, como Francis Brown, la asocian con baru que quiere decir ‘unir’ señalando Ez. 20:37.

En ocasiones, la palabra es utilizada en el sentido de formar alianzas comunes o compartir alimentos (2 Sam. 12: 17). Pero, según Quell, la palabra berit no puede interpretarse con esta idea de compartir alimentos [13]. J. Payne nota que el significado de berît no debe buscarse en su etimología o en el uso de las culturas paganas, sólo en el uso que aparece en la revelación histórica de Dios [14].

Los premilenialistas históricos cuentan cinco o seis pactos (Noé, Abrahámicos, Mosaico, Sacerdotal, Davídico, Nuevo). Lewis Sperry Chafer, explica que la Biblia nos revela que a Dios le ha placido establecer pactos con los hombres. [6] Según la opinión de este notable teólogo dispensacionalista,

«Ocho de estos pactos se hallan mencionados en las sagradas páginas y ellos incorporan los hechos más vitales en la relación que el hombre ha tenido con Dios a través de toda la historia de la raza humana. Cada pacto representa un propósito divino y la mayoría de ellos constituyen una absoluta predicción tanto como una promesa inalterable del cumplimiento de todo lo que Dios ha determinado. Si llevamos nuestra consideración del tema hasta el tiempo cuando los pactos fueron hechos, descubrimos que ellos siempre anticiparon el futuro y tenían el propósito de ser un mensaje de certidumbre para aquellos con quienes el pacto era establecido. [12]

La teología reformada clásica, por otro lado, concluye que esencialmente existe solamente un pacto-“pacto de gracia”, que es a la que adhiero por convicción (teologia pactual).

Todos los pactos de Dios son de la naturaleza de las disposiciones soberanas impuestas al hombre. Dios es absolutamente soberano en sus tratos con el hombre, y tiene perfecto derecho de imponerle las condiciones con que tendrá que encontrarse para disfrutar del favor divino… Cuando Dios entra en relaciones de pacto con los hombres, El es el que pone las condiciones que son siempre muy bondadosas, de tal manera que desde este punto de vista, El tiene perfecto derecho a esperar que el hombre convenga en ellas.[19]

Los otros «pactos» que citan los dispensacionalistas, se llaman administraciones del mismo pacto. Vienen a ser una renovación del pacto de gracia que comenzo despues de la caida de Adan y Eva. Leer Romanos 8.

EL PACTO DE GRACIA ES FUNDAMENTALMENTE, NADA MAS, LA EJECUCIÓN DEL ACUERDO HECHO CON CRISTO COMO NUESTRO FIADOR [20]

La palabra hebrea para pacto siempre es berith, una palabra de dudosa derivación. La opinión más general es que se deriva del verbo hebreo barah, cortar, y contiene, por tanto, un recuerdo de la ceremonia que se menciona en Gen 15: 17. Sin embargo, algunos prefieren pensar que se deriva de la palabra asiria beritu, que significa «atar». Esto señalaría desde luego al pacto como un compromiso. Para la construcción de la doctrina no tiene gran importancia conocer el origen de la palabra. Berith puede indicar un acuerdo mutuo voluntario (bilateral), pero también una disposición o arreglo impuesto por una de las partes a la otra (unilateral). Su si gnificado exacto no depende de la etimología de la palabra, ni del desarrollo histórico del concepto, sino simplemente de las partes interesadas. En la medida en la que una de estas partes está subordinada y tiene menos que decir, el pacto adquiere carácte r de disposición o arreglo impuesto por una de esas partes a la otra. Berith pues se convierte en sinónimo de choq (estatuto u ordenanza definidos), Ex 34: 10; Isa. 59: 21; Jer. 31: 36; 33: 20; 34: 13.  Por lo mismo, también encontramos que karath berith (cortar un pacto) se constituye no solamente con las preposiciones ‘am y ben (con), sino también con lamedte, Josué 9: 6; Isa. 55: 3; 61: 8; Jer. 32: 40. Naturalmente, cuando Dios establece un pacto con el hombre este carácter unilateral es muy evidente, puesto que Dios y el hombre no son partes iguales. Dios es el Soberano que impone sus ordenanzas sobre sus criaturas. [21]

¿Qué era el Viejo Pacto?

Así se denomina en el Nuevo Testamento, al pacto que hiciera Dios con Israel en el Sinaí el día que les entregó los diez mandamientos, y las leyes que le regirían como pueblo de Jehová sobre la tierra (Ex.19:5). Este pacto tuvo validez desde ese día recién mencionado, hasta la muerte de Cristo en la cruz, quién con su sacrificio puso fin al viejo o primer pacto, y dio comienzo a uno nuevo, a un mejor pacto; ambos pactos constituyen en sí, el cuerpo y alma de toda la Biblia. Estos dos pactos tienen gran similitud entre sí, pero al mismo tiempo difieren considerablemente el uno del otro. Uno actúa sólo como figura y sombra, mientras que el otro, es la imagen misma.

Heb. 9:1 dice, que el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal, mientras que el capítulo 8 y verso 5 dice, que ese culto y ese santuario, eran “figura y sombra de las cosas celestiales”, lo cual significa, que todo lo que constituía el viejo pacto; su sacerdocio, su culto, su santuario, todo era sombra o símbolo de las cosas celestiales. Hebreos 10 comienza diciendo que la ley tenía la sombra de los bienes venideros, y no la imagen misma de las cosas.

El primer pacto solo fue sombra. La ley, el santuario, el sacerdocio, el culto judío y su templo, solo fue sombra de cosas mejores, y que estaban en el futuro de ellos, pero Israel nunca lo entendió. La sombra indicaba que había una imagen; nadie podía verla, pero todo el sistema del viejo pacto hablaba de esa imagen.

Cada detalle, cada elemento, constituía una sombra y figura de una imagen superior, y que el escritor a los hebreos llama “bienes venideros”. Esos bienes venideros, era un nuevo pacto que Dios haría (Jer.31:31), pero no uno más, sino, el más importante de todos; un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (Heb.8:6); un pacto eterno (Heb.13:20).

Al decir: Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer (Heb. 8:13).

¿Cuál era la función del Primer Pacto?

En el viejo pacto, se escondía toda la gloria del nuevo. Pablo habla del misterio oculto desde los siglos y edades, y que ahora ha sido manifestado a los santos que es la iglesia. Ese misterio era Cristo, la gloria del nuevo pacto (Col.1:26, 27). El pacto entre Dios e Israel en el pasado fue como un contrato matrimonial. Dios tomó a Israel como su esposa legítima (Jer.3:14), y por medio de la ley dada en el monte Sinaí, quedaron estipuladas legalmente las mutuas obligaciones y promesas de ambas partes (Ex.34:14).

Lamentablemente Israel no fue fiel al pacto (Jer.3:20; 31:32), por lo que Dios en conformidad con las disposiciones pactadas (Deut.28:15) desechó a su pueblo elegido, y transfirió todas las promesas a una nueva esposa, la iglesia. Todas las promesas hechas a Israel en el viejo pacto, se cumplen en la Iglesia.

La gloria del Viejo Pacto

Se ha escrito y hablado bastante con respecto a los materiales con que estaba construido el tabernáculo y su simbología, pero me parece que muy poco, o tal vez, nada se ha dicho sobre lo que representaba el culto que en él se ofrecía. Es sorprendente descubrir, todo lo que guardaba la gloria de la vieja alianza, en especial su culto levítico. En los capítulos 8, 9 y 10 de Hebreos, el escritor hace prácticamente una recreación escrita sobre el culto y los procedimientos que se desarrollaba en el santuario bajo el viejo pacto, destacando las diferentes ceremonias que se realizaban en cada una de las partes del tabernáculo, y su respectivo paralelismo con “los bienes venideros”, que es el nuevo pacto.

El tabernáculo y todo su culto levítico fueron figura de Cristo y su obra completa de la redención. Tanto el sacrificio continuo, es decir, el que se realizaba diariamente en el altar, como el que se realizaba una vez al año en el día de la expiación, prefiguraban al sacrificio expiatorio de Cristo, desde su misma muerte en la cruz hasta su retorno en gloria en su segunda venida; pero no se nos ha dicho o explicado el significado completo de esta figura, tal vez, porque no lo han visto claramente; pero permítame mostrarle la figura y su imagen tal cual nos la enseña la Biblia. Ponga mucha atención a lo que va a leer.

El acto supremo de la redención, tiene su figura máxima en el gran día de la expiación, cuando el sumo sacerdote, figura de Cristo, realizaba toda la ceremonia. Toda la observancia de este acto supremo se registra principalmente en Lev. 16.

Concepto teológico de pacto en el N.T

El  Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia nos da el Concepto Teológico de la palabra pacto en El Nuevo Testamento:[9]

  • La promesa de un nuevo pacto (o sea, una renovación decisiva y final del pacto eterno) se cumplió en Jesucristo II Cor 1:19, 20).  Como el segundo Adán (I Cor 15.45ss) e imagen de Dios (Col. 1:15).
  • Cristo cumple con los requisitos del pacto por parte de todos los hombres y así renueva la imagen divina en el hombre (Ro 5:12–21; II Cor 3:18).
  • Cristo forma su Iglesia en la que nada puede prevalecer (Mat. 16:18), y nos somete a un lavamiento con agua vivificadora e inmortal, como en el caso de Noé (I Pe 3:20s).
  • En Cristo se cumplen las promesas del pacto hecho con Abraham (Luc. 1:54, 55, 72–75) y con David (Luc 1.68–71) y las estipulaciones del pacto mosaico con Israel (Mat 5:17, 18).
  • El nuevo pacto se funda en la sangre de Cristo, su Mediador (Heb. 12:24), quien identificó este pacto (Luc 22.20; I Cor 11.25) con el pacto eterno (Mat 26:28; Mar 14:24, BJ).
  • Puesto que el nuevo pacto representa una confirmación del pacto eterno, las promesas y provisiones fundamentales de los pactos anteriores permanecen vigentes ((Ef. 2.12; 2 Ti. 3:15–17).
  • El Pueblo de Dios todavía se llama “Israel” (Gál 6.16), y se desarrolla a partir del núcleo de judíos creyentes (Ro 11.1–6). Sin embargo, del Olivo se desgajan a los judíos incrédulos y se injertan (Ro 11.7–24) y hacen miembros de la familia de Dios (Ef. 2:11–22) a los gentiles creyentes.
  • Sigue en efecto el deber de levantar una descendencia santa (Tit 2.14; 1 Pe. 2:9), y ahora este deber incluye la labor evangelizadora (Mat 28:19-20; I Cor. 4.15; etc.; cf. Deut. 6.7–9). El nuevo pacto se destaca sobre todo por el gran desarrollo del ministerio del Espíritu Santo (Hch 2; II Cor. 3:4–18; etc.).
  • Hebreos explica la superioridad del nuevo pacto (9:16,17), y tanto allí como en Gál 3:15–17 la garantía del pacto es la muerte de Cristo, “porque el testamento con la muerte se confirma”. Su finalidad también se acentúa por el uso del concepto de un “Testamento”, que es otro significado del griego diatheke»

Los pactos, constituyen el corazón de toda la revelación especial de Dios [3].  Es en la cruz, donde Dios cumplió  los 3 pactos anteriores (Abrahámico,Mosaico y Levítico), ya que aunque todos estos pactos tenían un propósito distinto, todos los pactos (y aún toda la Biblia) apuntaban a Cristo. Dios, es un Dios de pactos.

¿Qué es el Nuevo Pacto?

Este Nuevo Pacto, «fue proclamado a Israel en el A.T. Debemos recordar que los elementos espirituales de este pacto han sido otorgados a la iglesia, pero no se cumplirá en su totalidad sino hasta el final de la historia. Nuestro Señor Jesucristo, en su gracia ha permitido que la iglesia participe de esos elementos durante la presente era. Mat. 26:27-29 y I Corintios hablan de ese Pacto cuyas bendiciones son obtenidas solamente por medio del sacrificio de la sangre de Jesús. En Gál. 4:21-31, por medio de una interesante alegoría, el apóstol Pablo define el Antiguo Pacto como el Pacto Mosaico y el Nuevo Pacto como el pacto que el sacrificio de Cristo hizo efectivo.»[7]

Y notemos que «Pablo asocia la salvación solo con el Nuevo Pacto. Nótese que Hebreos 8:8-12 cita a Jer. 31:31-34. El libro de Hebreos específicamente identifica a Cristo como el mediador de un “mejor pacto” [Heb.12:24] establecido sobre el sacrificio de Cristo, que asegura la bendición eterna bajo el Pacto hecho con Abraham (Gál. 3:13-29) para todos los que creen.»[8]

El nuevo pacto es la nueva economía de Dios; el nuevo orden divino para el hombre, y lo constituyen Cristo y su Iglesia. Ambos, en su calidad de Sumo Sacerdote y real sacerdocio, conforman el reino de Dios sobre la tierra; el misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres (Ef.3:5).

Cuando Juan el bautista aparece en la escena pública predicando en el desierto de Judea, en su calidad de precursor del mesías, su mensaje era este: (Mat. 3:2) “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Ese reino del que Juan hablaba, era el reino de Dios, el mismo que Jesús confirmó después que Juan fue encarcelado, diciendo: (Mar.1:15) “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.

Esa palabra es clave: “El tiempo se ha cumplido”. ¿De qué tiempo cumplido está hablando Jesús? Del tiempo anunciado por los profetas antiguos. Tiempo en el que Dios establecería un nuevo pacto con la casa de Israel (Jer.31:31), y traería su reino sobre la tierra.

Dan. 2:44 dice: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”.

Hay muchos que ven el reino profetizado por Daniel, como un evento todavía futuro, aunque leen lo mismo que leemos nosotros, pareciera que ellos no entendieran lo que leen. Jesús dijo claramente, que su reino estaba presente: (Lc.17:21) “… porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”; que ya había llegado: (Lc.11:20) “Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros”.

Ese reino era el nuevo pacto, la nueva alianza que Dios confirmaría con muchos (Dn.9:27), por medio de la sangre de Jesucristo (Mat.26:28).

Todas las figuras del primer pacto (Israel, la ley, el templo y su culto), había llegado a su fin; la imagen ya era una realidad, Jesucristo el sumo sacerdote de los bienes venideros (Heb.9:11) estaba presente; por tanto, era necesario quitar lo primero, el viejo pacto, para establecer esto último (Heb.10:9), el nuevo pacto.

syntaxis del Nuevo Pacto

El término griego diatheke (διαθηκη) es la traducción del término berît en la Septuaginta. Ocurre 33 veces en el Nuevo Testamento, 7 en el libro de Hebreos, 9 en las epístolas de Pablo, 4 en los evangelios sinópticos, 2 en Hechos y una en el Apocalipsis. En los escritos helenísticos significa exclusivamente ‘testamento’ lo cual no es adecuado para traducir la palabra berît.

Debido a ello se ha utilizado la palabra syntheke (συνθηκη), la cual no es mejor, ya que tiene la idea de equidad entre las personas que entran en el acuerdo. Por ello, hombres como Vos prefieren el uso de diatheke, ya que la palabra ‘testamento’ en la ley Greco-Siria no tiene el mismo significado que en la ley romana, en donde ‘testamento’ requiere la muerte del que hace el pacto. Otra diferencia entre la primera ley y la romana es que incluye bendiciones inmediatas.[17]

Con la venida de Jesús como el Cristo, el Nuevo Testamento demuestra cmo esto se relaciona con el pacto Abrahámico. Jesús es visto como el único enviado por Dios para liberar a Israel de sus enemigos y para cumplir las promesas del pacto Abrahámico. El Nuevo Testamento, ve a los israelitas como los descendientes de Abraham, sin embrago ser descendiente por la carne no garantiza que alguien pueda gozar de las promesas. Un israelita debe tener fe y arrepentirse para experimentar las bendiciones de Dios. El Nuevo Testamento habla de un remanente de israelitas fieles como una muestra de que Dios liberará a Israel. Además, los gentiles creyentes son llamados en el Nuevo Testamento “descendientes de Abraham,” debido a su unión con Cristo. El cumplimiento final de este pacto ocurrirá en el futuro con la venida de Cristo.[18]

En la septuaginta la palabra berith se traduce diatheke, en cada uno de los pasajes en donde ocurre, con excepción de Deut. 9: 15; (marturion) I Reyes 11: 11 (entole). La palabra diatheke se reduce a este uso, excepto en cuatro pasajes. Este uso de la palabra parece muy peculiar en vista del hecho de que no es la palabra griega usual para pacto sino que realm ente denota una disposición, y consecuentemente también un testamento. La palabra ordinaria para pacto es suntheke ¿Intentaron los traductores sustituir la idea de pacto con otra idea? Evidentemente no, porque en Isa. 28: 15 usan las dos palabras como sinónimas y allí diatheke significa claramente un pacto o un convenio. De aquí que no hay duda de que atribuyeran a diatheke el significado de convenio.[22]

Conclución

«El comprender los pactos es sumamente importante, ya que nos proveen de una base teológica para comprender el trabajo de Dios a través de la historia humana»[15], cita el médico y teólogo reformado Eduardo Fuentes

Quiero que ud. recuerde que el viejo pacto ya pasó. Querido lector, nosotros participamos de un mejor pacto, hecho sobre mejores promesas,dice el autor de la ep. a los Hebreos.Y por este motivo, nuestra metodologia debe ser superior a la del viejo pacto.

  • «Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.» (Heb. 8:6);

Son mejores las promesas que ahora tenemos que las tuvieron los antepasados de Cristo, en el sentido de que son superiores. Los santos del A.T muerieron sin alcanzar estas promesas, explica el autor de la ep. a los hebreos

  • “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo” (Heb. 11:13).

Estas promesas apuntan a Cristo resucitado

  •  “Bienaventurados nuestros ojos, porque ven; y nuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto, que muchos profetas y justos desearon ver lo que vemos, y no lo vieron; y oír lo que oímos, y no lo oyeron.” (Mat. 13:16-17) 

Israel no permaneció en el pacto que había establecido Dios con ellos, decidieron soltar la mano de aquel que le había tomado para sacarle de la esclavitud y llevarle a lugar de reposo; por lo que Dios se desentendió de ellos. Cuando un hombre no quiere atender a Dios hay un desentendimiento divino; el Señor dirá “nunca los conocí” aunque se hubiera pensado tener una relación con él.

El Señor está interesado en crear un mejor vínculo, el vinculo de un mejor pacto, y establecer mejores promesas. El Señor ya había determinado hacer un nuevo pacto. El pacto ya ha sido establecido por Cristo Jesús; este tenía que ser dado a Israel pues fue Israel quien invalido en antiguo pacto (Jer. 31:27-34).

La salvación viene por los judíos pero el plan de Dios era dejar carta abierta “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16).

El Señor permitió que hubiera también salvación para los gentiles,

  • “Algunas de las ramas fueron desgajadas, y nosotros, siendo olivo silvestre, hemos sido injertados en lugar de ellas, y hemos sido hecho participantes de la raíz y de la rica savia del olivo” (Ro. 11:17).

Nosotros somos olivo silvestre tomadas de muchos lugares,  incrustados y tomando de la raíz espiritual. El Señor rompió la rama que no había dado fruto, aquella que se había olvidado de su pacto; y con esto abrió espacio para otras ramas que tenía ya en su mente y en su corazón. Este nuevo injerto durará para siempre, por la eternidad, pues no será como en el antiguo pacto en el que él se desentendió, ahora se tienen a gente ligada para siempre a Cristo Jesús.

El pueblo del antiguo pacto se olvidó de Dios, de su pacto. Hoy debemos permanecer, y lo podemos hacer gracias a que él, porque Dios

  • “nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Ef. 1:4).

NO SON POCOS  los que están abandonando hoy la fe porque, en el fondo, nunca han experimentado que Dios podía ser para ellos fuente de vida y de alegría. Al contrario, siempre han sentido la religión como un estorbo para vivir. En ellos ha quedado el recuerdo de un cristianismo que poco tiene que ver con la felicidad que buscan ahora mismo desde el fondo de su ser. Hoy, alejados cada vez más de la experiencia religiosa, y respirando un ambiente social donde la religión es considerada como algo negativo y molesto, estas personas sólo sienten desafecto y desconfianza ante el cristianismo. No creen que la fe pueda aportarles nada importante para sentirse mejor, resalta Pagola, un teólogo católico en la introducción de uno de sus libros.[10]

Ayer,mientras empezaba a reflexionar este articulo, un amigo cristiano de mi país me escribió en mi red de facebook, las siguientes palabras

Hola, Paulo, sabes, tengo ganas de irme de la iglesia evangelica…, la verdad, desde que conoci al Señor no he tenido mas que pruebas, y ahora en estos momentos, me he dado cuenta que, desde que murio mi madre, los problemas han sido tan graves que ya no se que hacer…, he llegado a la conclusion que si estos problemas son tan graves y Dios nunca me ayudo a solucionarlos es porque, o no quiere, o no existe o bien, nuestra fe esta equivocada, sinceramente, me he cansado de orar por tanto tiempo, años, sin respuesta y la verdad, son problemas serios…, un abrazo.

Estas palabras me llegaron, y me preocupé. Pensé lo peor…. El me dijo hoy que estaba mejor, pero que se la había terminado la esperanza.Pero Dios es un Dios de pactos y El es fiel.

Cuantos cristianos viviendo de prueba en prueba, mas que de victoria en victoria. Quiero que recordemos entonces, que si hemos pecado, hay solución: la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.y por favor, no digo que no lea el Antiguo Testamento o no reclame en fe alguna promesa del viejo Testamento. Solo le ruego que no haga mas teología del viejo pacto  y sus instituciones. Ni siquiera reclame el diezmo, por favor, porque esta conducta es del Antiguo Testamento. Ni predique mas legalismos, que ya hay demasiadas cuestiones dificiles en nuestros tiempos como para agregar las del viejo pacto.Ya hay demasiados cristianos legalistas  y religiosos,como para seguir viviendo asi.

Cita Pagola que

La falta de esperanza cierra el camino hacia la felicidad Por otra parte, mina las fuerzas de quien se ha de enfrentar al sufrimiento, sin esperanza, el mal se hace más duro y penoso Por eso, de todos los rasgos que parecen caracterizar al hombre de hoy, el más preocupante es, probablemente, la pérdida de esperanza.[11]

Pero el mensaje del evangelio trae esperanza.No se lo olvide,por favor.

Al ser humano le falta siempre algo, y por eso es una búsqueda constante por la felicidad. El hombre descubre también aquí, en el ámbito del querer, que debe autotrascenderse, porque el hombre ha sido creado de tal manera que no puede hallar en sí mismo el bien que busca y le hace feliz. El amor es acto de una de las potencias del alma, de la voluntad, el amor es el motor, el peso, como el peso es una fuerza propia e interior de la piedra, así el amor es algo propio e íntimo a la esencia y al dinamismo de quien ama.

Mueve la voluntad hacia el bien como el peso arrastra a los cuerpos físicos hasta su lugar natural de reposo”.

Esta felicidad se encuentra en Dios.

  • Mi fuerza de gravedad es mi amor; ella me atrae cuando algo me atrae; tus excelencias nos inflaman y nos arrastran; somos encendidos y se explaya nuestro ser”;
  • ”feciste nos ad te et inquietun es cor nostrum donec requiscat in Te.”; (“Nos hiciste para ti, e inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en ti”).
  • Dilige et quod vis fac” (“ama y haz lo que quieras”)

Dios no ejecuta sus aciones asi, o porque si nomas.Si bien su Palabra basta y sobra para asegurar el cumplimiento de lo dicho o lo prometido,pero El lo hace sobre sus leyes y decretos, dando a entender con esto que no puede trasgredir Su pacto, pues sería como actuar en contra de Su propia naturaleza Divina. Quiera Dios que más cristianos entren en una consciencia verdadera acerca del Pacto con El para entender mejor su relación. Lamentablemente esta es una doctrina que poco se escucha en nuestras iglesias, aunque se repite a menudo en la Biblia.

Dios lo bendiga y un fuerte abrazo.

Continúa…
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Fuentes:

[0] [1] [2] http://destino.blogcindario.com/2011/08/00180-consumado-es-juan-19-30.html

[3] Dicc Mundo Hispano

[4]  https://elteologillo.wordpress.com/2013/03/20/consumado-es-parte-1-introduccion/

[5] http://lumbrera.wordpress.com/2009/08/16/los-pactos-en-la-biblia/

[6] http://www.seminarioabierto.com/doctrina121.htm

[7] http://lumbrera.wordpress.com/2009/08/16/los-pactos-en-la-biblia/

[8] http://lumbrera.wordpress.com/2009/08/16/los-pactos-en-la-biblia/

[9] Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia Wilton M. Nelson

[10] Pagola, Jose Antonio, «Es Bueno Creer»,pag. 4 ,.ed.San Pablo,

[11] Ibid,pag. 5

[12] http://www.seminarioabierto.com/doctrina121.htm

[13]  Gottfried Quell. Theological Dictionary of the Old Testament, Página 107 cit en http://sujetosalaroca.com/2008/03/18/los-pactos-biblicos-introduccion/

[14] J. Payne. Covenant in the Old Testament. Página 1001, cit en http://sujetosalaroca.com/2008/03/18/los-pactos-biblicos-introduccion/

[15] http://sujetosalaroca.com/2008/03/18/los-pactos-biblicos-introduccion/

[16] http://sujetosalaroca.com/2008/03/18/los-pactos-biblicos-introduccion/

[17] http://sujetosalaroca.com/2008/03/18/los-pactos-biblicos-introduccion/

[18] http://sujetosalaroca.com/2008/03/18/los-pactos-biblicos-introduccion/

[19] Luis Berkhof – Teologia Sistematica,pag. 259,ed.Unilit.

[20] Ibid

[21] Ibid,pag.330

[22] ibid

[23] ibid,pag. 332

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Otras fuentes:

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